Paradoja del fuego en Llíber

El alcalde cifró en 30 las hectáreas y el Consell sólo en 3,16

¿Qué pasó en Llíber? En esta localidad de La Marina Alta se declaró el pasado 6 de agosto el primer gran incendio de la temporada. A las once de la mañana se recibió la llamada de urgencia, había dos focos, mucho viento. El despliegue para combatir el fuego fue brutal: brigadas forestales, tres helicópteros, dos dromaders y un air-tractor. A las cinco de la tarde la situación quedaba controlada. El alcalde de esta localidad, Juan Bautista Reus, calculó que el fuego había arrasado unas 30 hectáreas de gran valor paisajístico, informa Arturo Ruiz. Sin embargo, la Generalitat...

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¿Qué pasó en Llíber? En esta localidad de La Marina Alta se declaró el pasado 6 de agosto el primer gran incendio de la temporada. A las once de la mañana se recibió la llamada de urgencia, había dos focos, mucho viento. El despliegue para combatir el fuego fue brutal: brigadas forestales, tres helicópteros, dos dromaders y un air-tractor. A las cinco de la tarde la situación quedaba controlada. El alcalde de esta localidad, Juan Bautista Reus, calculó que el fuego había arrasado unas 30 hectáreas de gran valor paisajístico, informa Arturo Ruiz. Sin embargo, la Generalitat horas más tarde desmintió al primer edil y rebajó a 3,16 las hectáreas afectadas. Una cifra sensiblemente inferior a las calculadas en otros incendios que se han registrado en los últimos días, similares en cuanto a duración en las labores de extinción.

El incendio en el puerto de la Carrasqueta, en Xixona, se declaró el miércoles a las tres de la tarde y tras cuatro horas de trabajo dieron por controlada la situación. La superficie estimada fue de 26 hectáreas, muchas más de las 3,16 de Llíber, con dos horas más de trabajo de extinción. Y el incendio declarado en Ayora se declaró a las cuatro de la tarde y en tres horas fue controlado, la extensión de pinar calcinada rondó entre las 50 y 75 hectáreas, según la Generalitat. Algunos expertos consultados admiten que "la fuerza del viento o el terreno" pueden influir en que se queme más o menor terreno, pero coinciden en que la diferencia de extensión en el caso de Llíber es "significativa".

Esta semana la climatología jugó a favor de las llamas. El pasado miércoles se vivió la jornada más calurosa del año, la media de temperatura alcanzó los 38 grados en 16 comarcas. A ello ayudó el viento de poniente, que en algunas de las operaciones de extinción supuso un riesgo importante para poder controlar el fuego. Sólo en cuatro días, desde el miércoles hasta ayer sábado, ardieron cerca de 120 hectáreas. La mayoría de esos incendios estuvieron vivos y sin contralar durante al menos doce horas. El último de los fuegos importantes se inició en la tarde del viernes en Ayora. Diez efectivos aéreos fueron desplazados para atajarlo y 14 brigadas forestales. Empezó pasadas las tres de la tarde y se dio por controlado a las diez de la mañana de ayer. El balance es de entre 50 y 75 hectáreas calcinadas. El miércoles y el jueves se concentraban siete puntos ardiendo en distintos municipios de la Comunidad Valenciana: 25 hectáreas se quemaron en Chóvar; nueve en Simat de La Valldigna; 3,5 en Albaida; 5.000 metros cuadrados en Crevillent; dos en Pego y 1,8 en Ontinyent.

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