Tambores japoneses
El espectáculo de la compañía Yamato pone broche a los Veranos de la Villa
El patio central del Conde Duque dice adiós a los Veranos de la Villa a toque de tambor. El ritmo de los instrumentos de la compañía japonesa Yamato puso anoche de pie a la audiencia reunida en el recinto madrileño.
Los músicos se valieron de casi una veintena de tambores en escena. Algunos muy pequeños, llamados uchiwa-daiko, hasta un gigantesco odaiko, de casi 1,5 metros de diámetro y tallado con la madera de un árbol de más de cuatro siglos de antigüedad.
El taiko -tambor en japonés- es uno de los símbolos clave de la cultura nipona. Su uso se remonta hast...
El patio central del Conde Duque dice adiós a los Veranos de la Villa a toque de tambor. El ritmo de los instrumentos de la compañía japonesa Yamato puso anoche de pie a la audiencia reunida en el recinto madrileño.
Los músicos se valieron de casi una veintena de tambores en escena. Algunos muy pequeños, llamados uchiwa-daiko, hasta un gigantesco odaiko, de casi 1,5 metros de diámetro y tallado con la madera de un árbol de más de cuatro siglos de antigüedad.
El taiko -tambor en japonés- es uno de los símbolos clave de la cultura nipona. Su uso se remonta hasta hace 2.000 años. Los brujos los utilizaban para espantar a los malos espíritus y los guerreros los tocaban para aterrorizar al enemigo. Su principio básico es crear un sonido que "cimbre al corazón", pues el órgano y el instrumento pueden latir al mismo ritmo.
Los músicos se valieron de unos 20 instrumentos en escena
Y fue precisamente a ese ritmo, el del cuerpo y el de la música, al que respondieron valiéndose de manos y de pies los asistentes al Patio Central de Conde Duque. Adultos y niños que aceptaron entusiastas la invitación de la compañía japonesa, fundada en 1993 en Nara, que con 20 instrumentos y 40 brazos logró que los madrileños se uniesen a un ritmo que, aunque pueda parecer simple, precisamente por ello puede resultar más rotundo.
Actualmente, Yamato se encuentra de gira mundial y ha aterrizado en España, tras visitar Qatar y Portugal y antes de viajar a Alemania. El equilibrio entre tradición y modernidad ha encumbrado a la compañía como uno de los principales embajadores de la cultura nipona en el mundo. Uno de sus objetivos primordiales, según el director, Masa Ogawa, es mostrar a un público nuevo que la música japonesa puede ser moderna y muy distinta, y que puede sorprender más allá de edades, religiones y orígenes.
La compañía se presentará ante el público del Conde Duque hoy y mañana, con lo que pondrá el broche a los Veranos de la Villa, que a partir del año que viene cambiarán de sede, debido a las remodelaciones a las que será sometido el Conde Duque. La nueva sede será anunciada en el próximo otoño.