Muy suave y consistente
El Koleos es un todoterreno muy práctico y versátil que se adapta bien a todas las situaciones. Tiene un puesto de conducción alto que da seguridad en ciudad y en el campo, y unos mandos suaves -volante, cambio y pedales- que exigen poco esfuerzo. Y transmite sensación de solidez y consistencia cuando se conduce.
El motor 2.0 dCi turbodiésel está disponible con 150 y 175 CV, pero el primero (unidad de pruebas) es más que suficiente y mueve bien el peso. Con la ayuda de un cambio manual de seis marchas bien escalonado, circula con soltura, no pierde ritmo en las subidas y adelanta con ne...
El Koleos es un todoterreno muy práctico y versátil que se adapta bien a todas las situaciones. Tiene un puesto de conducción alto que da seguridad en ciudad y en el campo, y unos mandos suaves -volante, cambio y pedales- que exigen poco esfuerzo. Y transmite sensación de solidez y consistencia cuando se conduce.
El motor 2.0 dCi turbodiésel está disponible con 150 y 175 CV, pero el primero (unidad de pruebas) es más que suficiente y mueve bien el peso. Con la ayuda de un cambio manual de seis marchas bien escalonado, circula con soltura, no pierde ritmo en las subidas y adelanta con nervio. Responde bien a bajas revoluciones, lo que evita reducir a menudo en ciudad y en el campo. Aparte de estar bien aislado, no gasta en exceso para ser un todoterreno: ocho litros en conducción tranquila y alrededor de 10 en tráfico urbano, caminos de tierra y cuando se apuran las marchas.
La tracción 4 - 4 es de Nissan e incluye una tecla para elegir tres programas sin necesidad de parar: tracción delantera para reducir el consumo en asfalto; 4 - 4 para lluvia y tierra, y bloqueo del diferencial central para casos de apuro en el campo. La altura al suelo es aceptable e incluye el control de descenso de pendientes para afrontar bajadas pronunciadas en el campo con seguridad: mantiene el coche a menos de 7 km/h sin que haya que pisar el pedal del freno.
La estabilidad en carretera es correcta, aunque tiene una dirección lenta que exige girar el volante más de lo deseable. Balancea más que los turismos en las curvas y tiende a deslizar de delante en virajes cerrados, pero las reacciones son nobles y previsibles en todas partes, e incluye de serie el control de estabilidad ESP, una garantía ante imprevistos.