Comienza el derribo de la estación de autobuses de plaza de Castilla

Uno de los laterales ya no existe. Es un amasijo de hierros sobre el suelo que un brazo mecánico traslada ruidosamente a un camión. El obrero que lo dirige maniobra bajo las Torres KIO, en la vieja estación de autobuses de plaza de Castilla, que la Consejería de Transportes desmantela desde ayer. Los autobuses de las 40 líneas interurbanas que paraban allí han sido engullidos por la nueva macroestación, abierta en febrero.

Decenas de viajeros bajaban ayer por las escaleras mecánicas de esta estación al puesto de información de la planta 2, donde aún no saben los horarios. "Pregúntele al...

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Uno de los laterales ya no existe. Es un amasijo de hierros sobre el suelo que un brazo mecánico traslada ruidosamente a un camión. El obrero que lo dirige maniobra bajo las Torres KIO, en la vieja estación de autobuses de plaza de Castilla, que la Consejería de Transportes desmantela desde ayer. Los autobuses de las 40 líneas interurbanas que paraban allí han sido engullidos por la nueva macroestación, abierta en febrero.

Decenas de viajeros bajaban ayer por las escaleras mecánicas de esta estación al puesto de información de la planta 2, donde aún no saben los horarios. "Pregúntele al conductor", recomendaba la mujer que atiende al otro lado del cristal. En superficie, las paradas de siete líneas de autobús urbano se trasladan de un lado a otro de la plaza por las obras. En 15 meses, readaptarán la superficie a las 20 líneas de autobuses urbanos.

El solar está rodeado por una red de plástico llena de agujeros. Apta para curiosos. A unos metros, en el centro de la plaza, otra obra esconde sus interioridades con una valla opaca. Tras el metal, se construye el futuro obelisco del arquitecto Santiago Calatrava, un proyecto contratado por Caja Madrid.

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