La vieja táctica de Aragonés

Si cada maestrillo tiene su librillo, la enciclopedia de Luis Aragonés tiene una página subrayada: "Cómo manipular a mi antojo en función de las necesidades". El caso de Sergio Ramos es sólo una muestra más de la capacidad de Luis para ganarse al grupo, desviar la atención dando carnaza a los medios y, al tiempo, darle una lección a quien se descarría o la necesita. Ayer, durante diez minutos, Luis volvió a poner a Sergio Ramos bajo los focos. Eso sí, de la maldición de San Paulino -España ha perdido todos los cruces por penaltis disputados el 22 de junio- no habla nadie. Tampoco de que hace 8...

Si cada maestrillo tiene su librillo, la enciclopedia de Luis Aragonés tiene una página subrayada: "Cómo manipular a mi antojo en función de las necesidades". El caso de Sergio Ramos es sólo una muestra más de la capacidad de Luis para ganarse al grupo, desviar la atención dando carnaza a los medios y, al tiempo, darle una lección a quien se descarría o la necesita. Ayer, durante diez minutos, Luis volvió a poner a Sergio Ramos bajo los focos. Eso sí, de la maldición de San Paulino -España ha perdido todos los cruces por penaltis disputados el 22 de junio- no habla nadie. Tampoco de que hace 88 años que la selección absoluta no le gana a Italia en partido oficial; ni de que Luca Toni está hambriento, las caza todas y no ha metido un gol en lo que va de Eurocopa, ni de que a España le han metido dos por despistes defensivos en la estrategia.

"Es alucinante cómo maneja los códigos. Es una enciclopedia", le reconoce Xavi

"No te creas que hace las cosas por hacerlas", reconocen los ayudantes más veteranos del seleccionador. "Tiene a Ramos en tensión, a vosotros entrenidos y al grupo consciente de que todos son iguales, el más crack y el menos crack", explican en el entorno del entrenador madrileño.

"No pasa nada, cosas nuestras", repiten los jugadores, que ayer trataron de proteger la intimidad de Ramos cuando éste respondió al entrenador. Puyol avisó de que podían leerle los labios gracias a las imágenes de televisión y Marchena actuó tapando al jugador. Luis se puso de espalda a las cámaras. "Estábamos hablando de música. A Luis no le gusta la música que pone antes de los partidos", bromeó Fernando Torres.

En el fondo, al seleccionador le sobran razones para dar un toque de atención al lateral: "Le ha visto muy distraído, demasiado móvil, demasiada tontería, a veces muy pesado con los jóvenes", aseguran en el entorno del seleccionador. Hay más: al menos en tres ocasiones Sergio Ramos ha llegado tarde a una cita del equipo. No por mucho, pero sí por lo suficiente para que se considere un retraso. Por eso Luis le recordó delante del grupo lo que le había dicho en la reunión privada que habían mantenido el día anterior: "Los mejores son los que deben dar ejemplo".

Por la tarde, Ramos cometió un error en el partidillo que costó un gol en la portería de los titulares. Luego empató Silva. Ramos jugó con una tensión que se le añoraba en los entrenamientos. Luis y sus compañeros le tienen por uno de los jugadores más importantes del equipo. Como todos, el de Camas tiró dos penaltis al término de la sesión preparatoria.

La táctica que Luis ha utilizado no es nueva, ni mucho menos. La mayoría de los futbolistas que han trabajado con él la conocen de sobra: "Tiene esos trucos. Sabe más por viejo que por diablo. Es alucinante cómo maneja los códigos. Tú no te has ido y él ya ha vuelto. Es una enciclopedia", le reconoce Xavi.