Abre al tráfico una autovía que une la autopista y Platja d'Aro

La carretera soporta 18.000 vehículos diarios

Arranca el verano con una buena noticia para los conductores que cada fin de semana se dirigen a la Costa Brava centro. Desde ayer ya es posible circular por el nuevo tramo de la carretera C-35 desdoblada entre Vidreres y Llagostera. Son 15,3 kilómetros de autovía que supondrán un antes y un después para la paciencia de los usuarios tras años de colas interminables, retenciones y colapsos de tráfico. La nueva autovía cuenta con dos carriles de 3,5 metros en cada sentido de la circulación separados por una mediana de un metro y un arcén de 1,5 metros de ancho. Se calcula que por esta carretera ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Arranca el verano con una buena noticia para los conductores que cada fin de semana se dirigen a la Costa Brava centro. Desde ayer ya es posible circular por el nuevo tramo de la carretera C-35 desdoblada entre Vidreres y Llagostera. Son 15,3 kilómetros de autovía que supondrán un antes y un después para la paciencia de los usuarios tras años de colas interminables, retenciones y colapsos de tráfico. La nueva autovía cuenta con dos carriles de 3,5 metros en cada sentido de la circulación separados por una mediana de un metro y un arcén de 1,5 metros de ancho. Se calcula que por esta carretera circularán unos 18.000 vehículos diarios, 27.000 durante los meses de verano.

El desdoblamiento de este tramo, con un presupuesto global de 63 millones de euros, completa el eje Maçanet de la Selva-Platja d'Aro y permite a los conductores circular por doble carril desde la autopista AP-7 hasta Platja d'Aro. El proyecto forma parte del denominado anillo de las Gavarres incluido en el segundo plan de ejes viarios del Gobierno catalán. A la inauguración asistieron el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, quien destacó que ésta es la inversión más "potente" en carreteras que se ha hecho en la Costa Brava en los últimos 30 años.

Las obras han durado casi dos años y se han cumplido los plazos fijados de abrir la autovía antes de la verbena de Sant Joan de este año. El proyecto incluye seis enlaces, tres en Llagostera, uno en Caldes de Malavella y dos en Vidreres, que conectan con la carretera de Lloret de Mar.

La C-35 también enlaza con la carretera de Cassà de la Selva y Girona. Los accesos al litoral central de Girona se completarán en 2011, con la entrada en servicio del tramo desdoblado entre Platja d'Aro y Palamós que se comenzará a construir a finales de año y que enlazará con la autovía que une esa localidad con Palafrugell.

La nueva vía cuenta con 13 pasos, siete de ellos elevados y otros seis por la parte inferior, además de siete enlaces con las poblaciones junto a las que cruza. Dos de estos enlaces son con la localidad de Vidreres y tres, con la de Llagostera. Los otros dos son los de L'Alou y Can Carbonell, que da acceso a una urbanización.

La longitud total de la carretera, incluido el tramo puesto en servicio ayer, es de 27,7 kilómetros, integrados por las vías C-35, C-65 y C-61. Para efectuar la ampliación se ha utilizado, en general, el viejo trazado de la carretera, aunque en algunos casos se ha procedido a construir variantes de nuevo diseño.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En