"Hemos estado más de una hora en un túnel, ha sido dantesco"

Media mañana. El tren se para. En mitad del túnel de Príncipe Pío, a traición. Decenas de viajeros se quedan atrapados. Una avería en la línea 6 de Metro -la segunda en menos de cinco horas- deja a los usuarios encerrados en el subterráneo. Los minutos pasan despacio y sin noticias. "Nos han avisado de la avería después de un cuarto de hora por megafonía", explica una viajera. En uno de los vagones viajaban "abarrotadas unas 40 personas", explica por teléfono más tarde otra usuaria afectada, Amparo Martín.

"Han tardado más de una hora en sacarnos de allí, hacía un calor terrible", según...

Media mañana. El tren se para. En mitad del túnel de Príncipe Pío, a traición. Decenas de viajeros se quedan atrapados. Una avería en la línea 6 de Metro -la segunda en menos de cinco horas- deja a los usuarios encerrados en el subterráneo. Los minutos pasan despacio y sin noticias. "Nos han avisado de la avería después de un cuarto de hora por megafonía", explica una viajera. En uno de los vagones viajaban "abarrotadas unas 40 personas", explica por teléfono más tarde otra usuaria afectada, Amparo Martín.

"Han tardado más de una hora en sacarnos de allí, hacía un calor terrible", según la mujer, que volvía de hacer un examen cuando le sorprendió este episodio "dantesco".

En el vagón parado, con ventanas y puertas cerradas, a una mujer le da un ataque epiléptico. Le atiende un hombre de paisano que trabaja en el Samur. También viajaban mujeres embarazadas y con niños. "Una gritaba: ¡Creo que estoy dilatando!", relata Amparo muy deprisa. Sigue "indignadísisma" horas después del suceso porque los pasajeros intentaron contactar con el teléfono de emergencia 112. No había cobertura. "Estábamos abandonados".

Una hora después, para un segundo convoy junto al averiado. Los rescatan con una pasarela de puerta a puerta. Pero no a todos a la vez. "Como organizaron dos turnos, ha habido peleas para salir", asegura Amparo. Los viajeros pasan al nuevo tren. Ya en superficie, les espera el Samur, que atiende a tres personas con ataques de ansiedad. Y se reanuda el servicio, más de una hora cortado entre las estaciones de Puerta del Ángel y Moncloa.

El tren averiado en Príncipe Pío es el más antiguo de la red. Un modelo 5.000, con más de 30 años. Falló en mitad del túnel porque no le llegaba suficiente energía eléctrica, según un portavoz de Metro. La empresa pública iba a renovar toda la caternaria este verano, pero han pospuesto esa mejora de momento. UGT y CC OO lo llaman de otra forma: falta de mantenimiento, la misma que exigen desde hace años para la línea con más viajeros -120 millones de usuarios anuales- y más averías.

Ayer, sin ir más lejos, sufrió dos. A las 6.30, otro tren se quedó parado al salir de las cocheras. Iba vacío. Desde Metro lo achacan a "un fallo humano". El conductor se saltó una señal y el tren se bloqueó en la vía por el sistema de seguridad. Resultado: 90 minutos sin servicio entre Ciudad Universitaria y Moncloa, en hora punta para estudiantes y trabajadores.

Los sindicatos piden a Metro que no corra tanto con el diagnóstico. Puede ser fallo del conductor, dicen, pero también de señalización o de la vía. "Es una ligereza echar siempre las culpas al trabajador", protesta Ignacio Arribas (CC OO). "Hoy ha sido más grave, pero en esta línea hay problemas todos los días", concluye Teodoro Piñuela, de UGT.