La baja maternal de la ministra
Si se confirman las informaciones aparecidas durante los últimos días en distintos medios de comunicación, la ministra de Defensa, Carme Chacón, se reincorporará a su puesto en breves días.
Asimismo, parece que su marido y ella han acordado repartirse las 16 semanas que le corresponden a ella entre los dos a partes iguales. De este modo, el padre disfrutará de un permiso (¿remunerado?) de ocho semanas en concepto de baja por paternidad, según entiendo.
Esta situación me suscita varias reflexiones. Tal vez, la más importante de ellas sea el flaco favor que la señora Chacón hace a ...
Si se confirman las informaciones aparecidas durante los últimos días en distintos medios de comunicación, la ministra de Defensa, Carme Chacón, se reincorporará a su puesto en breves días.
Asimismo, parece que su marido y ella han acordado repartirse las 16 semanas que le corresponden a ella entre los dos a partes iguales. De este modo, el padre disfrutará de un permiso (¿remunerado?) de ocho semanas en concepto de baja por paternidad, según entiendo.
Esta situación me suscita varias reflexiones. Tal vez, la más importante de ellas sea el flaco favor que la señora Chacón hace a la causa de la igualdad entre hombres y mujeres, al mostrarse dispuesta a no agotar el permiso -a mi entender, ya de por sí escaso en tiempo- que legalmente le corresponde por baja maternal. En ese caso, me pregunto cuál será la opinión de su compañera de Gabinete, la ministra de Igualdad, e incluso de la vicepresidenta Fernández de la Vega.
Creo que la señora Chacón debería aprovechar esta oportunidad para dar un ejemplo institucional de conciliación de la vida laboral y personal.
Finalmente, me pregunto cómo justificará el marido de la señora Chacón una baja de paternidad de ocho semanas, cuando sólo un pequeño colectivo de hombres trabajadores tiene el "privilegio" de disfrutar de 15 días.
La cuestión que plantea la feliz maternidad de la ministra Chacón se convierte así en una posibilidad real de gobernar mediante los hechos. De lo contrario, ministerios, iniciativas legales y cualquier otro proyecto no pasan de ser maniobras estéticas.