Gorka Agirre, del PNV, niega haber mediado ante los terroristas
Declara ante Garzón que recomendaba a los extorsionados que no pagaran
El ex dirigente del PNV Gorka Agirre afirmó ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que "jamás" ha intermediado en el pago de extorsiones a ETA, ni tiene ninguna vinculación con la banda terrorista. A los empresarios que acudían a él con cartas de ETA reclamando el impuesto revolucionario les recomendaba que no acudieran a la cita, que no pagasen y que pidiesen protección al departamento de Interior del Gobierno vasco.
En junio de 2006, Agirre fue imputado por el juez Fernando Grande-Marlaska por su presunta relación con el aparato de extorsión de ETA. En el su...
El ex dirigente del PNV Gorka Agirre afirmó ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que "jamás" ha intermediado en el pago de extorsiones a ETA, ni tiene ninguna vinculación con la banda terrorista. A los empresarios que acudían a él con cartas de ETA reclamando el impuesto revolucionario les recomendaba que no acudieran a la cita, que no pagasen y que pidiesen protección al departamento de Interior del Gobierno vasco.
La policía sospecha de su vinculación con una entrega de 54.000 euros
En junio de 2006, Agirre fue imputado por el juez Fernando Grande-Marlaska por su presunta relación con el aparato de extorsión de ETA. En el sumario, que ahora instruye el juez Baltasar Garzón, constan observaciones telefónicas y seguimientos policiales que le relacionan con el propietario del bar Faisán, Joseba Elosua, supuesto responsable del aparato de extorsión a empresarios. Las sospechas policiales vinculan a Agirre con la entrega de 54.000 euros que corresponderían a "ocho botellas de vino", expresión habitualmente utilizada en el pago de dinero reclamado por ETA y que consta en una de las intervenciones telefónicas.
Agirre
admitió ante el juez que conocía a Elosua pero negó haber mantenido con él algunas de las conversaciones que están grabadas. Por ello, solicitó a Garzón que se le practicase una prueba de voz, para cotejarla con la que aparece en las grabaciones.
El ex dirigente peneuvista no quiso hablar con los medios informativos, tarea que dejó a su abogada, Arantxa Isasmendi. Ésta indicó que los empresarios acudían a Agirre porque pasó su infancia en Francia y tenía numerosos contactos con sindicatos, partidos y "gente del exilio". Debido a ese bagaje y a sus contactos, verificaba la autenticidad de las cartas y recomendaba, siempre según su abogada, que no se pagase. Si el extorsionado era del PNV, le advertía de que "pagar era motivo de expulsión".
Fuentes de la Audiencia indicaron que la comparecencia difícilmente servirá para que Garzón levante la imputación a Agirre, que es el objetivo del PNV. El lunes testificarán en apoyo de Agirre otros dirigentes de ese partido, entre ellos su presidente, Íñigo Urkullu, y el ex dirigente Xabier Arzalluz.