La fiscal pide prisión sin fianza para 13 policías locales de Coslada
Tres reconocen haber robado parte del botín de un atraco y de un alijo de droga
La fiscal del caso por la supuesta trama mafiosa de la Policía Local de Coslada (83.200 habitantes), una de las mayores desarticuladas en España, pidió ayer el ingreso en prisión sin fianza para los 13 agentes que fueron detenidos y pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad madrileña. Los abogados de los imputados pidieron su puesta en libertad con cargos y sin fianza. La titular de este juzgado no había tomado aún ninguna decisión pasadas las nueve de la noche, según fuentes judiciales.
La jornada en los juzgados de Coslada comenzó a las diez de la mañan...
La fiscal del caso por la supuesta trama mafiosa de la Policía Local de Coslada (83.200 habitantes), una de las mayores desarticuladas en España, pidió ayer el ingreso en prisión sin fianza para los 13 agentes que fueron detenidos y pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad madrileña. Los abogados de los imputados pidieron su puesta en libertad con cargos y sin fianza. La titular de este juzgado no había tomado aún ninguna decisión pasadas las nueve de la noche, según fuentes judiciales.
Muchos vecinos retiraron sus denuncias por presiones y miedo
La jornada en los juzgados de Coslada comenzó a las diez de la mañana para continuar tomando declaración a siete de los 13 detenidos a los que no dio tiempo de interrogar el pasado domingo. La juez y la fiscal preguntaron a los acusados por su implicación en multitud de delitos, asociación ilícita para delinquir, amenazas, delitos contra la Administración pública y contra la libertad sexual, entre otros.
El primero en pasar ante la juez fue el jefe de la Policía Local de Coslada, Ginés Jiménez Buendía, cuya presencia ante el juez no duró más de 20 minutos. Su abogado pidió su puesta en libertad sin fianza.
El resto de los acusados fue pasando ante la juez de tres en tres. En el siguiente turno declaró Carlos M. G., de 39 años, y supuesto número dos de la trama mafiosa policial. La fiscal aumentó el número de delitos supuestamente cometidos por este detenido, hasta 10: asociación ilícita, prostitución, abusos sexuales, delito contra la integridad moral, lesiones, sustracción y apropiación indebida de efectos, droga y dinero; prevaricación, simulación de delito, estafa y delito contra la Administración pública.
Uno de los agentes fue interrogado por la desaparición de 8.000 euros de un botín de 35.000 recuperado en el atraco a un supermercado de la localidad. Tres de ellos reconocieron que ese dinero había sido sustraído. También reconocieron que se habían quedado con parte de un alijo de marihuana. Argumentaron que se quedaron "con una caja" para uso personal en una orgía, sin darle mayor importancia, según fuentes judiciales.
Respecto al abuso de prostitutas, mantuvieron en todo momento que no era un delito acostarse con una mujer si ésta accedía y, sobre todo, si lo hacían fuera de su horario de trabajo y sin uniforme. Uno confirmó que sí mantuvo una relación sexual con una meretriz en un coche patrulla, pero añadió que se trataba de "un hecho ocasional".
"Se les está acusando sin pruebas. A mi cliente le han metido delito contra la salud pública
porque le han encontrado un bote de carnitina y un medicamento contra el cáncer
en la taquilla del trabajo", aseguró el abogado de uno de los agentes inculpados. Los letrados negaron que los policías llevaran tatuada una B en referencia al Bloque que formaban estos 18 agentes a las órdenes de Ginés Jiménez.
Mientras, un capitán de la Guardia Civil ya retirado, Antonio Plana, que ejerció como director de servicios de Seguridad (nexo de unión entre el concejal y Ginés Jiménez), aseguró que, cuando estuvo en el cargo, intentó reconducir la conducta sospechosa del jefe de la Policía Local, pero les resultó imposible. Éste aseguró que le llegaron denuncias y quejas vecinales, pero que mucha gente las retiró por presiones y por miedo. De hecho, hablaron con el entonces delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, para que éste acabara con la actitud prepotente de Jiménez. "Al final, todo fue inútil, porque no conseguimos ese cambio", mantuvo el capitán retirado.
En esa época, el equipo de gobierno municipal, a cuyo frente estaba el socialista Juan Granados, abrió seis expedientes disciplinarios por faltas graves al jefe de la Policía Local por desobediencia a un superior, no informar a sus superiores, montar en su coche oficial un lector de discos compactos procedente de un accidente y no vestir de uniforme. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló sólo uno de los expedientes, pero los cinco restantes fueron cumplidos. Eso le supuso a Ginés Jiménez estar retirado del servicio ocho meses y medio.