Columna

El buen nombre

No es el honor perdido de Katharina Blum, sino el buen nombre del Museo Guggenheim. A Katharina Blum -se cuenta en la novela de Heinrich Böll- fue la prensa amarilla la que le arrebató el honor. Afortunadamente, no es el caso. De momento, aquí solo hay un robo y un ladrón. Sin embargo, a raíz del desfalco en el Museo Guggenheim Bilbao muchos están hablando del honor y el buen nombre de la pinacoteca como si hablaran de Katharina Blum.

No hay Katharina Blum en esta historia, ni honras calderonianas que limpiar o guardar. Lo primero de todo: hay una marca que es la marca Guggenheim. Luego...

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No es el honor perdido de Katharina Blum, sino el buen nombre del Museo Guggenheim. A Katharina Blum -se cuenta en la novela de Heinrich Böll- fue la prensa amarilla la que le arrebató el honor. Afortunadamente, no es el caso. De momento, aquí solo hay un robo y un ladrón. Sin embargo, a raíz del desfalco en el Museo Guggenheim Bilbao muchos están hablando del honor y el buen nombre de la pinacoteca como si hablaran de Katharina Blum.

No hay Katharina Blum en esta historia, ni honras calderonianas que limpiar o guardar. Lo primero de todo: hay una marca que es la marca Guggenheim. Luego hay una entidad -la Fundación Solomon R. Guggenheim- que gestiona esta marca a lo largo y lo ancho del mundo. Desde estas mismas páginas, la Fundación con sede en Nueva York aseguraba que el desfalco de Roberto Cearsolo "no tendrá impacto" en sus cuentas anuales debido a que la sede bilbaína "es una entidad legal separada". Es decir, los norteamericanos, dueños de la franquicia museística, no se sienten robados. La marca sigue intacta. Nadie les ha robado ni ha manchado su honor (¿dónde se expone eso?) Lo único que ha ocurrido es que un señor llevaba desde 1997 metiendo sus dos manos en la caja del Guggenheim (una caja que, tratándose de la sede bilbaína, es propiedad de todos los contribuyentes). Si la suerte y el Parlamento vasco no lo impiden, este señor hubiera conseguido redondear la bonita cifra de medio millón de euros sustraídos.

Cearsolo podría haberse tirado otros diez años limpiando unas arcas que sólo guardaba Puppy.

Si algo hacen bien los dueños de la franquicia Guggenheim es gestionar su marca. Su prestigio es enorme y el desfalco de la sede bilbaína no les afecta. Nos afecta a nosotros. Desde la Fundación norteamericana lo han dejado bien claro: a ellos no les hubiera pasado algo semejante, ya que disponen de "mecanismos para descubrir el fraude". Mecanismos, suponemos, entre los que la suerte no figura en primer lugar. Porque, después de todo, lo que los vascos hemos tenido en este asunto, aunque no lo parezca, es un golpe de suerte. La opacidad de las sociedades Inmobiliaria y Tenedora del Guggenheim Bilbao ha posibilitado que durante una década alguien desviase hacia sus bolsillos dineros del museo. Si la suerte no hubiese estado por una vez de nuestra parte, el señor Cearsolo podría haberse tirado otros diez años haciendo la limpieza de unas arcas que, según comprobamos, sólo guardaba Puppy.

El museo bilbaíno sigue siendo magnífico. Su nombre sigue siendo garantía de excelencia y espectáculo. Lo que ha quedado en entredicho es el modelo de gestión creado por el PNV. Lo que ha quedado en entredicho es el criterio de quienes nombraron, mantuvieron y hubieran mantenido el señor Cearsolo al frente de las cuentas de un museo que se financia con dinero de todos. ¿Qué vieron en Cearsolo quienes le contrataron? ¿Cuáles eran sus prendas? Llamándole "chorizo" y recordando que la corrupción existe desde que el hombre y la mujer existen se hace un flaco favor al saneamiento público del país. En el PSOE tuvieron que pagar por aferrarse a este argumento: ¿cómo "cuatro chorizos" iban a ensuciar el buen nombre de un partido centenario? Cien años de honradez se pueden acabar en diez minutos, diez días o diez años. Hay que tenerlo en cuenta. La confianza no basta. Jugar a la pelota o a las cartas o ser del mismo pueblo que la persona a la que contratamos no basta. Ser del mismo partido no basta (incluso, a veces, sobra).

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