Aulas

Estudiantes debaten sobre el 'botellón' y el ruido

Con sólo 16 años, Antonio Infantes se convirtió ayer, durante un buen rato, en alcalde de Úbeda (Jaén). Y la verdad es que demostró tener dotes para dirigir un debate que, de forma monográfica, estaba centrado en analizar los ruidos de su municipio y el fenómeno del botellón. Como Infantes, unos 300 estudiantes de Secundaria de tres institutos ubetenses trasladaron ayer las clases hasta el salón de plenos del Ayuntamiento para convertirse en actores principales de la campaña municipal contra la contaminación acústica.

No es casual que esta campaña haya llegado al ámbito educativo...

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Con sólo 16 años, Antonio Infantes se convirtió ayer, durante un buen rato, en alcalde de Úbeda (Jaén). Y la verdad es que demostró tener dotes para dirigir un debate que, de forma monográfica, estaba centrado en analizar los ruidos de su municipio y el fenómeno del botellón. Como Infantes, unos 300 estudiantes de Secundaria de tres institutos ubetenses trasladaron ayer las clases hasta el salón de plenos del Ayuntamiento para convertirse en actores principales de la campaña municipal contra la contaminación acústica.

No es casual que esta campaña haya llegado al ámbito educativo. Y es que está contrastado que el ruido disminuye el rendimiento escolar y que los alumnos sometidos a altos niveles de ruido no sólo aprenden a leer con mayor dificultad, sino que también tienden a alcanzar grados inferiores de dominio de la lectura. En este sentido, los aprendices de políticos ubetenses aprobaron durante el pleno mociones para la insonoración de locales e incluso abogaron por que se sancione con mayor dureza a jóvenes como ellos que se pasean con sus motos sin silenciador.

Además, demostraron su sensibilidad hacia la riqueza artística de su ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, proponiendo medidas para delimitar el tráfico rodado en el casco histórico. No salió adelante una propuesta para exigir un nivel mínimo de estudios para optar al carné de conducir.

Sin embargo, como era de esperar fue el botellón y sus consecuencias lo que originó más polémica entre los estudiantes de Úbeda. Todos pidieron la creación de un botellódromo cubierto donde se ofrezcan otras actividades de ocio para los jóvenes.

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