Michavila recibe lesionado el Premio de las Artes Plásticas

Ayer era el día de Joaquín Michavila. El pintor valenciano iba a ver cómo la consejera de Cultura presentaba la restauración del mural Jardín del Edén, que estaba ubicado en la calle de Gabriel Miró de Valencia y, tras la restauración, decorará la entrada de la sede de la consejería. Y, después, recibiría el premio de las Artes Plásticas de la Generalitat, que en su séptima edición, le había sido concedido el pasado mes de diciembre "por su contribución a la innovación plástica y al fomento y difusión del arte valenciano".

Pero Michavila, de 82 años, sufrió el miércoles un accide...

Ayer era el día de Joaquín Michavila. El pintor valenciano iba a ver cómo la consejera de Cultura presentaba la restauración del mural Jardín del Edén, que estaba ubicado en la calle de Gabriel Miró de Valencia y, tras la restauración, decorará la entrada de la sede de la consejería. Y, después, recibiría el premio de las Artes Plásticas de la Generalitat, que en su séptima edición, le había sido concedido el pasado mes de diciembre "por su contribución a la innovación plástica y al fomento y difusión del arte valenciano".

Pero Michavila, de 82 años, sufrió el miércoles un accidente doméstico cuyo fatal resultado fue la fractura de ambas piernas. Aún así, quiso estar presente en la entrega del premio, aunque hubo de excusarse de acudir a la presentación del mural.

La obra de Joaquín Michavila (L'Alcora, 1926) estudia, desde sus inicios, las posibilidades estéticas de la geometría a partir de las tensiones que se establecen entre planos, sujetos a movimientos de convergencia y divergencia. Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, de la que fue presidente, el artista valenciano se ha caracterizado, a lo largo de toda su carrera, por la búsqueda del sentimiento en el espectador. Un ejemplo de su arte se encontraba en el número 58 de la calle de Gabriel Miró de Valencia. Jardín del Edén es un mural "alegre, sin significado concreto, [realizado] sólo para dar placer a los vecinos", según confesión del pintor, que lo hizo con técnica acrílica sobre enlucido de escayola estucada. Inspirada en algunos de los iconos del mito del Edén, como el ave del paraíso, la obra fue un encargo del arquitecto que construyó la finca a Michavila, en consonancia con la fiebre muralista que vivió Valencia en la década de los sesenta. La obra, que ha permanecido en su ubicación actual desde que Michavila la pintó, ha sido donada por la comunidad de vecinos a la consejería con el objetivo de que "miles de valencianos se beneficien de aquello que ven solo unos pocos vecinos".