Reportaje:

Mucha gente, menos venta

El mercadillo de Campoamor de Alicante se traslada

Dos ancianas afirmaban estar "mareadas" buscando a sus vendedores habituales, los comerciantes reconocían a muchos clientes mientras alguno comentaba la falta de comunicación de ciertos barrios de Alicante con el nuevo mercadillo. María, que paseaba con el carrito a su hijo, ponía el acento en la falta de papeleras. Escenas de un estreno y arritmias de la nueva ubicación de un mercadillo que aún está pendiente de limar deficiencias y acabar infraestructuras. Pese a ello, la puesta de largo fue mejor de lo esperada.

"Esto es volver a empezar", resumía una comerciante. Otra etapa para 482...

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Dos ancianas afirmaban estar "mareadas" buscando a sus vendedores habituales, los comerciantes reconocían a muchos clientes mientras alguno comentaba la falta de comunicación de ciertos barrios de Alicante con el nuevo mercadillo. María, que paseaba con el carrito a su hijo, ponía el acento en la falta de papeleras. Escenas de un estreno y arritmias de la nueva ubicación de un mercadillo que aún está pendiente de limar deficiencias y acabar infraestructuras. Pese a ello, la puesta de largo fue mejor de lo esperada.

"Esto es volver a empezar", resumía una comerciante. Otra etapa para 482 puestos que el sábado dejaron su ubicación de más de 40 años en Campoamor, debido a las obras del futuro auditorio, para trasladarse a la calle de Teulada, junto al Rico Pérez. El proceso ha sido largo y polémico entre los comerciantes, temerosos de que el cambio no sea seguido por sus clientes.

El recinto precisa más accesos para evitar el aislamiento de algunos puestos

Hasta la calle de Teulada llegaron ayer 20.000 personas. El recinto es amplio y los pasillos más cómodos. Mucho público y, en general, menos ventas, era el comentario que repetían los comerciantes, más o menos abiertamente. Saben, en cualquier caso, que habrá que esperar para concretar "si cuaja o no", y si la novedad se convierte en cotidianeidad. "Estaba escéptico y no tenía ganas de venir, pero me ha gustado", explica Manuel mientras embolsa verduras. "Estamos probando un nuevo sistema de mercadillo y aunque es pronto para decir, veo a mucha gente", aseveró Nati Navarro.

El Ayuntamiento tomó nota de las deficiencias y anunció la apertura de más accesos que eviten el aislamiento de puestos. El Consistorio, que ha dispuesto dos lanzaderas y desvía una ruta de autobús, esperará hasta que "se asiente" el mercadillo para ajustar alguna línea regular, explicó el concejal de Comercio, José Antonio Sobrino. Pendiente queda terminar el bar (los aseos llegaron a tiempo), los toldos para los puestos, o el retén policial. El edil socialista Vicente Urios lamentó que el cambio de ubicación haya tardado siete años "y esté sin terminar". "En la ciudad de Alicante todo va muy despacio", apostilló.

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