Reportaje:

Cinco años a la intemperie

SOS Racismo atiende en la calle en Vitoria desde que se inundó su sede en 2003 - La ONG ha tramitado cerca de 12.000 consultas de inmigrantes

Ya llevan cinco años a la intemperie ayudando a los inmigrantes sin documentación oficial que llegan a Vitoria, casi siempre con una mano delante y otra detrás. Desde que se inundó su oficina el 11 de marzo de 2003 por la rotura de una tubería municipal, SOS Racismo Álava ha atendido cerca de 12.000 consultas, con la apertura de 800 solicitudes de empadronamiento. Este servicio se ofrece siempre en la calle, ante la indiferencia del Ayuntamiento de la ciudad y el resto de las instituciones alavesas.

El anterior equipo de gobierno municipal, dirigido por el popular Alfonso Alonso, denunc...

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Ya llevan cinco años a la intemperie ayudando a los inmigrantes sin documentación oficial que llegan a Vitoria, casi siempre con una mano delante y otra detrás. Desde que se inundó su oficina el 11 de marzo de 2003 por la rotura de una tubería municipal, SOS Racismo Álava ha atendido cerca de 12.000 consultas, con la apertura de 800 solicitudes de empadronamiento. Este servicio se ofrece siempre en la calle, ante la indiferencia del Ayuntamiento de la ciudad y el resto de las instituciones alavesas.

El anterior equipo de gobierno municipal, dirigido por el popular Alfonso Alonso, denunció a principios de 2003 que la ONG utilizaba su sede como domicilio para dar de alta en el padrón a los inmigrantes ilegales. Consistorio y SOS Racismo entraron en conflicto y, al poco tiempo, la sede de la ONG se inundó por una avería en el saneamiento de Vitoria: entonces, desapareció bajo el agua la historia de 15 años de trabajo en contra de la discriminación racial, los expedientes de 4.632 personas que habían tramitado con esta asociación sus papeles.

Los miembros de SOS Racismo Álava trasladaron la oficina, de forma temporal, en principio, a la plaza de la Virgen Blanca. Durante tres mañanas a la semana, han continuado atendiendo a inmigrantes. "Ahora ha cambiado el color de la corporación, pero seguimos igual, sin diálogo con el Ayuntamiento", explica su portavoz, Federico García.

Tras quedarse sin sede, SOS Racismo Álava ha vivido un largo proceso judicial sobre las responsabilidades de aquella inundación, que estuvo acompañada por una campaña de acoso del Ayuntamiento de Vitoria a su gestión. No en vano en 2006, el consistorio dio de baja a 372 personas inmigrantes del padrón municipal, aduciendo que se habían inscrito en la sede de la ONG.

SOS Racismo confía en que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco atienda su recurso y se pronuncie a favor de su reempadronamiento, como hizo en un caso similar anterior en el que 489 personas fueron readmitidas en el padrón. En caso de que el recurso no prospere, la ONG se plantea presentar los recursos de manera individual, dijo ayer García.

En los próximos días, SOS Racismo se plantea lanzar una segunda campaña de empadronamientos solidarios, para pedir a los vecinos que inscriban en sus domicilios a los extranjeros sin papeles. El responsable de la ONG cree que existe "un déficit estructural" de atención a las personas inmigrantes. "Los estudios y planes de inmigración pueden estar de moda, pero no resuelven un empadronamiento, una tarjeta sanitaria, una renovación de un permiso, dónde se duerme esta noche o dónde puedo comer algo caliente", dijo. En este sentido, pidió la puesta en marcha "inmediata" de un centro de acogida temporal para inmigrantes, así como nuevos centros de permanencia y atención para menores extranjeros no acompañados.

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