Entrevista:ELECCIONES 2008 | La cara de los problemas

"La fuerza física no es lo más importante para ser militar"

Sara Soler vivió en Líbano la muerte de seis de sus compañeros de la Brigada Paracaidista

Lo que más le gusta de la Brigada Paracaidista a Sara Soler Rubio (20 años, natural de Fuenlabrada, Madrid) es la marcha. Deporte, pateadas [caminatas de hasta 30 kilómetros] y saltos desde 400 metros.

Antes de vestirse el uniforme trabajaba en una tienda de artes marciales y, aunque estaba habituada a las técnicas de combate, reconoce que "no es lo mismo, ni mucho menos".

Tan claro tenía desde niña que quería ser militar que su madre fue la primera en animarla. Pero su padre tampoco se queda atrás: "Trabaja de mecánico en el metro y está superorgulloso de mí".

Y eso que s...

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Lo que más le gusta de la Brigada Paracaidista a Sara Soler Rubio (20 años, natural de Fuenlabrada, Madrid) es la marcha. Deporte, pateadas [caminatas de hasta 30 kilómetros] y saltos desde 400 metros.

Antes de vestirse el uniforme trabajaba en una tienda de artes marciales y, aunque estaba habituada a las técnicas de combate, reconoce que "no es lo mismo, ni mucho menos".

Tan claro tenía desde niña que quería ser militar que su madre fue la primera en animarla. Pero su padre tampoco se queda atrás: "Trabaja de mecánico en el metro y está superorgulloso de mí".

Y eso que su familia ha pasado momentos muy duros. Como el pasado 24 de junio, cuando un coche bomba mató a seis soldados de la brigada en el sur de Líbano. Todos eran compañeros suyos, pero con uno de ellos, Jonathan Galea García, de 18 años, convivió cuatro meses en el invierno de 2006 en el centro de formación del Ejército en Javalí Nuevo (Murcia). "Era un chaval estupendo", recuerda.

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El día del atentado, Sara estaba en la base Miguel de Cervantes, en Marjayún, adonde fue voluntaria para cubrir un hueco. Su tarea era mantener a punto los vehículos y, cuando alguno se averiaba en el camino, salir a recuperarlo. Recuerda cómo los niños la saludaban sonrientes a su paso. "Nunca tenía que haber ocurrido", se lamenta, mordiéndose los labios. Desde aquel día, todo cambió para las tropas españolas. Se extremaron las medidas de seguridad y se multiplicaron las llamadas a casa, para tranquilizar a su familia.

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De los 2.467 miembros de la brigada, 182 son mujeres, lo que representa el 7,3% del total, aunque entre los cuadros de mando la proporción sea mucho menor: no llega al 3%.

Pese a ello, Sara sostiene que no hay diferencias entre hombres y mujeres. "Es verdad que las pruebas físicas de ingreso son distintas pero, una vez dentro, la instrucción es la misma y, aunque se supone que ellos tienen más fuerza física, eso no es lo más importante: la sargento Márquez sacó más puntos en el lanzamiento de granadas que cualquier hombre", replica.

Cuando expire su contrato quiere firmar otro y, en cuanto pueda, hará el curso de cabo, "para ir subiendo". Tan segura está que ha convencido a su amiga Arancha para que deje la peluquería y se haga, como ella, DLP (Dama Legionaria Paracaidista). ¿Quién dijo que el valor era cosa de caballeros?

Sara Soler.LUIS SEVILLANO

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