Una falla monta sus luces entre quejas en Russafa

Vecinos que rechazan la iluminación en sus fachadas estudian ir al juzgado

Llegaron las bombillas y las primeras protestas. El conflicto en torno a la iluminación de la falla de Sueca-Literato Azorín, que cubre toda la calle, va camino de acabar en el juzgado. Los operarios de la empresa italiana que monta desde hace años las luces tensaron ayer los primeros cables entre fachadas y amarraron los postes que soportarán los arcos de 600.000 bombillas. Engancharon sus cables, entre otros, precisamente al edificio que el año pasado denunció el peligro de que la decoración se apoyara en el andamio que se había instalado en la fachada.

Esta y otras comunidades de pro...

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Llegaron las bombillas y las primeras protestas. El conflicto en torno a la iluminación de la falla de Sueca-Literato Azorín, que cubre toda la calle, va camino de acabar en el juzgado. Los operarios de la empresa italiana que monta desde hace años las luces tensaron ayer los primeros cables entre fachadas y amarraron los postes que soportarán los arcos de 600.000 bombillas. Engancharon sus cables, entre otros, precisamente al edificio que el año pasado denunció el peligro de que la decoración se apoyara en el andamio que se había instalado en la fachada.

Esta y otras comunidades de propietarios han celebrado reuniones para rechazar el uso de sus paredes este año. Pero ese acuerdo, mayoritario, como si no existiera. La falla dice que no le consta y ayer amarró sus cables. "El bien de la mayoría está por encima del de la minoría y en esa finca hay un fallero que aprueba las luces". Así zanjó el asunto el presidente de la falla, el empresario Bernardo Morosoli, que andaba ayer calle arriba, calle abajo, controlando los trabajos.

La falla esgrime un dictamen jurídico que se apoya en la "costumbre" de usar las fachadas para su decoración desde hace años y declara suficiente el permiso tácito de un vecino a que usen su balcón. Varios vecinos afectados, por el contrario, defienden que la falla debe pedir explícitamente el permiso y no puede usar la fachada si además hay un acuerdo mayoritario en contra. "Tiene que ser unánime", replica Morosoli. "Y si quieren ir al juzgado, que vayan, es su derecho", añade. Son varios los que estudian esa posibilidad.

La Policía Local fue consultada por varios vecinos -también se colocaron luces de otra falla cercana y hubo una protesta- e informaba de que necesitan un acuerdo de su comunidad si pretenden oponerse. Otros inquilinos bajaron a la calle para mostrar su apoyo a la falla. Mientras, la asociación de vecinos no ha logrado que las fallas acepten cambios para ganar vías de salida del barrio y de emergencia.

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