La Xunta cede y realoja a los gitanos fuera de Pontevedra

"La decisión está tomada", se felicita el alcalde Lores

La Consellería de Vivenda ya ha iniciado la búsqueda de pisos a donde trasladar a las tres familias de etnia gitana realojadas en el barrio pontevedrés de Monte Porreiro, después de que sus chabolas en el poblado de O Vao, ubicado en el vecino municipio de Poio, fuesen derribadas el pasado noviembre.

La decisión del departamento de la Xunta controlado por el BNG se deriva de la presión que el colectivo vecinal O Mirador ha ejercido en las últimas semanas con el respaldo del alcalde nacionalista de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores. La Vicepresidencia de Benestar, también en manos ...

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La Consellería de Vivenda ya ha iniciado la búsqueda de pisos a donde trasladar a las tres familias de etnia gitana realojadas en el barrio pontevedrés de Monte Porreiro, después de que sus chabolas en el poblado de O Vao, ubicado en el vecino municipio de Poio, fuesen derribadas el pasado noviembre.

La decisión del departamento de la Xunta controlado por el BNG se deriva de la presión que el colectivo vecinal O Mirador ha ejercido en las últimas semanas con el respaldo del alcalde nacionalista de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores. La Vicepresidencia de Benestar, también en manos del Bloque, ha decidido tomar las riendas del conflicto y dar marcha atrás al proceso de realojo en Pontevedra, impulsado por el Ayuntamiento de Poio.

Si en un principio la propuesta de la Xunta era promover el cambio de las dos familias ubicadas en la calle Alemania, el alcalde pontevedrés confirmó ayer que se sumará también la de la calle Portugal. Y, según dijo, "se sobreentiende" que ninguna de ellas, un total de 14 personas, podrá quedarse en la ciudad del Lérez. En todo caso, y aunque el regidor afirma que "la decisión está tomada", son las propios afectados quienes tienen la última palabra ya que en su mano obra un contrato de alquiler legal, al menos hasta que un juez diga lo contrario.

Otra cosa es lo que ocurra con los residentes en dos viviendas de Ponte Caldelas y un piso de Poio. El alcalde de este municipio, Luciano Sobral, confía en que permanezcan en sus residencias actuales y se trabaje por una integración que ya ha comenzado. Los afectados han iniciado los trámites de empadronamiento y los niños ya asisten al colegio de Ponte Caldelas.

Sobral explicó que se han abierto tres expedientes por construcción ilegal en O Vao a dos hijos de uno de los realojados, por construir dos cuartos de baño donde antes se levantaba una de las chabolas ilegales. "Algo a lo que, desde el punto de vista ético, todos tenemos derecho", dijo. El tercero afecta a la madre de la titular de uno de los pisos de Monte Porreiro. "Se ha levantado un galpón con tablones de madera para la señora, que es muy mayor y está muy enferma", explicó. El regidor entiende que estas edificaciones "se acabarán tirando". Respecto a las cuatro viviendas que el Ayuntamiento compró en la capital, el alcalde entiende que volverán a manos de Vivenda.

La secretaria de Benestar, María Xesús Lago, que no ha querido explicar las gestiones que está llevando a cabo, reconoció ante la directiva de O Mirador, según su presidente Ángel Mario Lago, que se han cometido "un cúmulo de errores" en toda esta actuación. "Todos tuvimos algo de culpa", matiza el alcalde de Poio.

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El responsable de Secretariado Gitano, Santiago González, coincide con Sinaí Giménez, presidente de Pueblo Gitano, al asegurar que el sí de los calés pasa por que se garantice la asignación de otra vivienda, en principio, en la comarca de Pontevedra. Giménez apoya el traslado de los gitanos de Monte Porreiro ante el riesgo de altercados.

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