Cinco encapuchados asaltan el chalé de un empresario mientras dormía

Los ladrones secuestraron a la familia orensana durante algo más de una hora

Cinco encapuchados, armados con pistolas y machetes, entraron a primera hora de la madrugada de ayer en el chalé del empresario orensano Justino Barbosa, ubicado en Cambeo, en el municipio de Coles. Los ladrones despertaron al matrimonio y lo mantuvieron secuestrado durante apenas hora y media. En ese tiempo, sin causar heridas a los dueños de la casa, los delincuentes se hicieron con un botín de unos 30.000 euros, señalan fuentes de la investigación

, que apuntan a una banda de Europa del Este que opera en otras ciudades españolas como autora del atraco.

Justino Barbosa, propiet...

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Cinco encapuchados, armados con pistolas y machetes, entraron a primera hora de la madrugada de ayer en el chalé del empresario orensano Justino Barbosa, ubicado en Cambeo, en el municipio de Coles. Los ladrones despertaron al matrimonio y lo mantuvieron secuestrado durante apenas hora y media. En ese tiempo, sin causar heridas a los dueños de la casa, los delincuentes se hicieron con un botín de unos 30.000 euros, señalan fuentes de la investigación

, que apuntan a una banda de Europa del Este que opera en otras ciudades españolas como autora del atraco.

Los investigadores cifran en 30.000 euros el botín sustraído de la casa

Justino Barbosa, propietario de la empresa Cepillos Barbosa e Hijos, es un conocido empresario orensano. Según la reconstrucción de los hechos realizada ayer por el portavoz de la familia, Barbosa y su mujer estaban durmiento cuando, tras sentir la luz de unas linternas sobre sus rostros, fueron encañonados por los encapuchados. Su representante, el abogado Luis Romero, afirma que los atracadores accedieron al domicilio forzando la cerradura de una puerta posterior después de haber intentado, sin éxito, doblar las rejas que protegen una de las ventanas del chalé. La alarma no sonó.

Barbosa asegura que sólo tenía en su casa "unos cientos de euros". Como esta cantidad les pareció a los ladrones insuficiente, la familia les ofreció otros objetos de valor que despreciaron. El empresario se desplazó entonces con los encapuchados a su fábrica y allí les entregó más dinero. Las víctimas sospechan que fueron objeto de un seguimiento previo.

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