Reportaje:

El pastor gana la batalla al lobo

Álava autoriza la captura del depredador, aunque limita las batidas a situaciones excepcionales

La Diputación de Álava permitirá cazar lobos. La presión de los pastores, que vieron el año pasado cómo sus rebaños sufrían 105 ataques, que se cobraron 328 reses muertas, ha obligado a los departamentos forales de Agricultura y Medio Ambiente a dictar una norma que regula la captura del depredador. La orden, muy detallada en cuanto a los medios que se deberán emplear, deja las batidas como recurso excepcional y opta por la caza en vivo mediante recechos o esperas.

No en vano, el lobo es una especie de interés comunitario, que goza de protección preferente. Hasta hace una década, se enc...

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La Diputación de Álava permitirá cazar lobos. La presión de los pastores, que vieron el año pasado cómo sus rebaños sufrían 105 ataques, que se cobraron 328 reses muertas, ha obligado a los departamentos forales de Agricultura y Medio Ambiente a dictar una norma que regula la captura del depredador. La orden, muy detallada en cuanto a los medios que se deberán emplear, deja las batidas como recurso excepcional y opta por la caza en vivo mediante recechos o esperas.

No en vano, el lobo es una especie de interés comunitario, que goza de protección preferente. Hasta hace una década, se encontraba en vías de extinción, recluida en montes del interior de Castilla y León. La lucha de ecologistas y divulgadores televisivos como Félix Rodríguez de la Fuente, junto al progresivo abandono del campo y la protección de la especie han contribuido a su recuperación en número de ejemplares y en extensión del territorio en el que viven.

En esta expansión, ha llegado al oeste de Vizcaya y Álava, donde pacen los rebaños con cuya leche se elabora el queso Idiazabal. En Álava, sobre todo en la zona de Valdegovía, el daño que han causado sus manadas ha crecido de manera espectacular en los últimos meses: de 90 ovejas muertas en 2005 se ha pasado a las 328 de 2007. Las protestas de los pastores se han sucedido en este tiempo, llegando de arrojar ovejas muertas ante la Diputación.

Al final, los ganaderos decidieron en enero pasado como medida de presión dejar su actividad hasta que Álava fuese zona exenta del lobo "al igual que ocurre en Zamora, Asturias o Salamanca".

Los pastores vizcaínos, donde se han sucedidos ataques del depredador en zonas como Karrantza o Gorbea, no se extrañaron ante esta postura. "Hasta se pensó en secundar el cese de actividad de los ganaderos alaveses", comenta un técnico vinculado al sector. Las batidas clandestinas son frecuentes en Karrantza cuando se descubren ataques del lobo.

La orden foral incluye que la solicitud de capturas podrá llegar de ganaderos alaveses afectados por ataques, de órganos competentes de provincias colindantes que hayan constatado daños o cuando Agricultura lo vea oportuno. Tras ello, Medio Ambiente emitirá la autorización correspondiente, muy detallada y con la supervisión de los guardas forestales.

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