Subaru ya tiene motor diésel
Aumentar las ventas en Europa y reducir las emisiones de CO2 de su gama son los motivos que han llevado a Subaru a romper con 55 años de historia (se fundó en 1953) y complementar sus tradicionales motores de gasolina con uno de gasóleo. El nuevo propulsor, un 2.0 boxer de 150 CV, se ofrece ya en las tres carrocerías del Legacy: berlina (desde 27.300 euros), familiar (28.800) y Outback o todocamino (30.300). Y va asociado siempre a un cambio manual de cinco marchas y a la tracción 4×4 que caracteriza a la marca.
Con un funcionamiento bastante suave y silencioso, el nuevo m...
Aumentar las ventas en Europa y reducir las emisiones de CO2 de su gama son los motivos que han llevado a Subaru a romper con 55 años de historia (se fundó en 1953) y complementar sus tradicionales motores de gasolina con uno de gasóleo. El nuevo propulsor, un 2.0 boxer de 150 CV, se ofrece ya en las tres carrocerías del Legacy: berlina (desde 27.300 euros), familiar (28.800) y Outback o todocamino (30.300). Y va asociado siempre a un cambio manual de cinco marchas y a la tracción 4×4 que caracteriza a la marca.
Con un funcionamiento bastante suave y silencioso, el nuevo motor destaca por su finura, y otorga buenas prestaciones y consumos ajustados: 208 km/h. y 5,6 litros de media en el Legacy berlina, 203 y 5,7 en el familiar, y 200 y 5,8 en el Outback. El propulsor incluye filtro de partículas de serie y tiene unas emisiones entre 148 y 153 g/km de CO2 según la carrocería, lo que permite a los Subaru diésel pagar sólo el 4,75% del impuesto de matriculación. Así, los precios son competitivos, sobre todo teniendo en cuenta que incluyen tracción 4×4 y un equipo de serie con seis airbags, control de estabilidad, climatizador, radio-CD, llantas de aleación, faros de xenón y asientos eléctricos, entre otras cosas. Un VW Passat 2.0 TDi 4Motion cuesta unos 3.000 euros más.
Innovación en gasóleo
Aparte de la tracción 4×4, los motores boxer son el otro gran atractivo de Subaru.
Y el nuevo turbodiésel mantiene esta configuración de cilindros horizontales (en vez de verticales, como es normal) y se convierte en la primera mecánica boxer de gasóleo. La disposición reduce la altura del motor, rebaja el centro de gravedad del coche y mejora el comportamiento, porque mitiga la tendencia a deslizar de delante. Aparte de Subaru, sólo Porsche utiliza propulsores boxer.
Con la receta diésel y el reciente lanzamiento de nuevos modelos como el Impreza y el próximo Forester (que recibirán también el motor de gasóleo a lo largo de 2008), la firma japonesa espera crecer en Europa y pasar de las 74.000 unidades de 2007 a 100.000 en 2009. En España, el objetivo es triplicar las ventas desde los 1.951 coches de 2007 hasta 6.000 en 2010.