"No hubo agonía, sólo serenidad"
El escritor Jorge M. Reverte relata cómo ayudó a morir dignamente a su madre
El escritor Jorge M. Reverte ha decidido hacer público, en un artículo para EL PAÍS, cómo en 1992 ayudó a su madre, de 75 años, a tener una muerte digna. El texto, dedicado al doctor Luis Montes y sus compañeros del hospital de Leganés, describe los estragos causados en Josefina Reverte por un cáncer de mama irreversible, y explica cómo ella le pidió ayuda para mantener la dignidad y evitar el sufrimiento en los últimos momentos.
El escritor Jorge M. Reverte ha decidido hacer público, en un artículo para EL PAÍS, cómo en 1992 ayudó a su madre, de 75 años, a tener una muerte digna. El te...
El escritor Jorge M. Reverte ha decidido hacer público, en un artículo para EL PAÍS, cómo en 1992 ayudó a su madre, de 75 años, a tener una muerte digna. El texto, dedicado al doctor Luis Montes y sus compañeros del hospital de Leganés, describe los estragos causados en Josefina Reverte por un cáncer de mama irreversible, y explica cómo ella le pidió ayuda para mantener la dignidad y evitar el sufrimiento en los últimos momentos.
El escritor Jorge M. Reverte ha decidido hacer público, en un artículo para EL PAÍS, cómo en 1992 ayudó a su madre, de 75 años, a tener una muerte digna. El texto, dedicado al doctor Luis Montes y sus compañeros del hospital de Leganés, describe los estragos causados en Josefina Reverte por un cáncer de mama irreversible, y explica cómo ella le pidió ayuda para mantener la dignidad y evitar el sufrimiento en los últimos momentos. Un acto que Reverte describe así: "De madrugada, el hijo aprovechó un momento de soledad, se sentó a su lado y le tomó la mano. Le dijo unas palabras de despedida y la besó de nuevo. Luego inyectó en el suero la dosis del combinado que haría de su muerte un tránsito indoloro y dulce. Y se quedó a esperar (...) no había agonía, sólo una expresión de serenidad".
La decisión de los hermanos Reverte de "romper el tácito pacto de silencio que una vez hicieron y violar el carácter íntimo de su pequeña historia" surge como "reclamación de piedad y decencia" ante
"el carácter atroz e injusto de la persecución emprendida contra los médicos y, sobre todo, contra los enfermos del hospital Severo Ochoa de Leganés".