Reportaje:

El fotógrafo poeta

Tecla Sala presenta una amplia retrospectiva de Chema Madoz

Irónicas, sutiles, rigurosas y a veces frías, pero siempre profundamente poéticas. Así son las fotografías de Chema Madoz (Madrid, 1958) que se exponen en el centro cultural Tecla Sala de L'Hospitalet de Llobregat hasta el 30 de marzo. Son imágenes estudiadas y buscadas, pero siempre previamente. "Cualquier alteración previa queda a la vista, no hay intento de ocultarla, y por supuesto no hay manipulación posterior", explica el fotógrafo, quien suele trabajar en pequeños y cuidados escenarios, donde todo detalle es elegido cuidadosamente. "Siempre trabajo con cámara analógica, porque entronca ...

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Irónicas, sutiles, rigurosas y a veces frías, pero siempre profundamente poéticas. Así son las fotografías de Chema Madoz (Madrid, 1958) que se exponen en el centro cultural Tecla Sala de L'Hospitalet de Llobregat hasta el 30 de marzo. Son imágenes estudiadas y buscadas, pero siempre previamente. "Cualquier alteración previa queda a la vista, no hay intento de ocultarla, y por supuesto no hay manipulación posterior", explica el fotógrafo, quien suele trabajar en pequeños y cuidados escenarios, donde todo detalle es elegido cuidadosamente. "Siempre trabajo con cámara analógica, porque entronca con una forma más clásica de concebir la fotografía y la construcción de la imagen. No excluyo utilizar cámaras digitales algún día, pero lo digital supone una alteración radical de la forma de ver, implica un cambio del espíritu del trabajo", añade.

Para entender sus palabras y su proceso creativo, hay que ver cómo consigue transformar unas simples piedras en un monedero, un pie o incluso un globo. Su cámara convierte un huevo en una tacita de café, unas gotas de agua en piezas de un puzzle, los auriculares de un antiguo teléfono en un par de pendientes. Es la revancha del objeto cotidiano, que sale de su monotonía para convertirse en un artefacto casi mágico, por fin liberado de su cruel destino de utensilio. Gracias al objetivo de Chema Madoz también una cucharita puede tener otra vida, más allá del fin utilitario para el que fue concebida. "En cada imagen está mi intención, pero los niveles de lectura son diversos según el bagaje del espectador y no siempre su visión coincide con la mía", asegura.

La muestra, la mayor sobre el artista realizada nunca en Cataluña, ha sido producida por el Ministerio de Cultura y comenzó su andadura hace dos años en Madrid, donde se presentaron 90 fotografías, de las que se exhiben 75 en Tecla Sala, realizadas entre el año 2000, cuando se le otorgó el Premio Nacional de Fotografía, y 2005.

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