Cuatro fantasmas rompen la niebla
Las cuatro torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid hicieron ayer honor a su calificativo de rascacielos. Desde el suelo era imposible ver su final, que se introducía en la niebla que ayer invadió Madrid. Por su culpa, las carreteras de la región sufrieron más atascos de los habituales. Además, un accidente sin heridos graves cerca de Quijorna contribuyó a que se incrementaran las colas. El incidente se produjo en el kilómetro 22 de la M-501, en dirección a Madrid. A mediodía había más de 50 kilómetros de retenciones. Donde más problemas hubo fue en la M-607, con 23 kilómetros de ...
Las cuatro torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid hicieron ayer honor a su calificativo de rascacielos. Desde el suelo era imposible ver su final, que se introducía en la niebla que ayer invadió Madrid. Por su culpa, las carreteras de la región sufrieron más atascos de los habituales. Además, un accidente sin heridos graves cerca de Quijorna contribuyó a que se incrementaran las colas. El incidente se produjo en el kilómetro 22 de la M-501, en dirección a Madrid. A mediodía había más de 50 kilómetros de retenciones. Donde más problemas hubo fue en la M-607, con 23 kilómetros de paradas intermitentes. Además, la carretera de A Coruña (A-6) sufrió 11 kilómetros de atascos, y la de Valencia (A-3), cinco kilómetros. La M-40 tuvo tráfico lento toda la mañana.