Muere atropellado en Carabanchel un hombre que cruzaba mal la calle

El segundo arrollado en cuatro días en el distrito tenía prisa porque perdía el autobús

Tenía prisa por coger el autobús y cruzó corriendo la carretera de Leganés. El semáforo estaba en rojo para él, pero no lo debió ver. Ni se fijó en el coche que tenía casi encima. El vehículo se le echó encima sobre las siete y media de la tarde. M. B., rumano de 46 años, quedó tendido en el suelo, justo en la rotonda donde se cruzan la carretera de Leganés y la calle del Aguacate (Carabanchel), según informó un portavoz de Emergencias Madrid. Los médicos del Samur trataron de reanimarlo durante media hora. En vano. El hombre se convirtió en el segundo atropellado que muere en Madrid en lo que...

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Tenía prisa por coger el autobús y cruzó corriendo la carretera de Leganés. El semáforo estaba en rojo para él, pero no lo debió ver. Ni se fijó en el coche que tenía casi encima. El vehículo se le echó encima sobre las siete y media de la tarde. M. B., rumano de 46 años, quedó tendido en el suelo, justo en la rotonda donde se cruzan la carretera de Leganés y la calle del Aguacate (Carabanchel), según informó un portavoz de Emergencias Madrid. Los médicos del Samur trataron de reanimarlo durante media hora. En vano. El hombre se convirtió en el segundo atropellado que muere en Madrid en lo que va de año.

A unos metros del cadáver, José Rodríguez, un barrendero de Alcorcón de 41 años, temblaba sin control sobre las nueve y media de la noche. Muy nervioso, sus manos apretaban con fuerza un papel para liberar la tensión y en su rostro se reflejaba el azul de las luces del coche policial. "Ni lo he visto", decía. José conducía el coche que segó la vida del hombre. Un testigo contó a la policía que fue la imprudencia del fallecido la que provocó el accidente.

"Iba a buscar a mi novia a inglés antes de irme a trabajar [entraba a las once de la noche], pero tenía tiempo de sobra", contaba José. Su novia, Rocío Sánchez, de 38 años, le abrazaba. Cerca de la pareja estaba el coche. Tenía el parabrisas agrietado y hundido del golpe. El airbag se había activado y la matrícula estaba doblada. A su lado, el cuerpo inerte y ensangrentado del hombre rumano esperaba al juez y al furgón funerario.

Desde que se inició 2008, ha habido 72 atropellos en la capital, dos de ellos con resultado de muerte. Casualmente, ambas muertes se han producido muy cerca la una de la otra, en los alrededores de la Vía Lusitana, en Carabanchel. En los últimos años, los atropellos con muertos o heridos han bajado paulatinamente. Según una portavoz de la Policía Municipal, en 2005 se produjeron 1.806, en los que murieron 28 personas. Al año siguiente hubo 1.696 atropellos con un balance de 30 fallecidos. El pasado curso fue mejor. Murieron 23 personas en 1.678 accidentes. Este año llevamos dos en 72 atropellos.

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