Los sindicatos y TMB se reúnen en un clima de gran tensión

La dirección de Transportes Metropolitanos (TMB) y una comisión del comité de empresa mantuvieron ayer una reunión para desbloquear el conflicto que arrastra el colectivo desde diciembre al reclamar dos días de fiesta semanales. La sesión estaba encaminada a planificar un calendario de reuniones y a abordar el principal foco de desacuerdo, pero las posiciones están alejadas: la empresa advirtió que el convenio está vigente hasta el 31 de diciembre, asegura que los conductores libran 1,9 días a la semana e instó a los sindicatos a negociar "en un clima de serenidad y normalidad laboral" y no "b...

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La dirección de Transportes Metropolitanos (TMB) y una comisión del comité de empresa mantuvieron ayer una reunión para desbloquear el conflicto que arrastra el colectivo desde diciembre al reclamar dos días de fiesta semanales. La sesión estaba encaminada a planificar un calendario de reuniones y a abordar el principal foco de desacuerdo, pero las posiciones están alejadas: la empresa advirtió que el convenio está vigente hasta el 31 de diciembre, asegura que los conductores libran 1,9 días a la semana e instó a los sindicatos a negociar "en un clima de serenidad y normalidad laboral" y no "bajo la amenaza de una huelga indefinida antes de agotar la negociación".

En un duro comunicado, TMB añade que resultan de "poca ayuda" las continuadas acciones propagandísticas y las muestras de "radicalismo verbal" de los sindicatos (CGT y ACTUB) que promovieron las dos tandas de huelga en Navidad. Saturnino Mercader, presidente del comité, pidió a TMB propuestas concretas y alertó de que, en caso contrario, convocará una asamblea en febrero en la que se plantearán nuevas medidas.

Las dos partes abordaron la directriz europea que fija que en las jornadas laborales superiores a seis horas se ha de descansar media. Pero TMB sostiene que los conductores no cobrarían esas pausas porque no son tiempo de trabajo efectivo al no estipularlo el convenio. La directriz europea regula también el tiempo de presencia de los conductores y obliga a la empresa a controlarlos. "El trayecto de la cochera a la terminal es un tercio de la presencia habitual y eso implicaría trabajar menos y cobrar menos", dice la empresa, que acaba con un mensaje demoledor: "Deberían declarar los segundos trabajos (taxi o camiones) para comprobar que no superan el límite de 48 horas de conducción semanal".

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