Cartas al director

Sobre Totana

A fines de los cincuenta de la pasada centuria, escuché en una improvisada sesión de canto de los mineros de La Unión, no sé si por tarantas o por cartageneras, una letra que rezaba: "Los pícaros tartaneros / les robaron las manzanas / a los pobres arrieros / que venían de Totana". La villa murciana, entonces rudimentaria y bella, no tenía nada que ver con la que conocemos hoy. El progreso es, a menudo, un arma de doble filo.

Medio siglo después, a la luz de lo que leo en la prensa, sugiero a los responsables del Festival de las Minas que introduzcan en la letrilla la siguiente modifica...

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A fines de los cincuenta de la pasada centuria, escuché en una improvisada sesión de canto de los mineros de La Unión, no sé si por tarantas o por cartageneras, una letra que rezaba: "Los pícaros tartaneros / les robaron las manzanas / a los pobres arrieros / que venían de Totana". La villa murciana, entonces rudimentaria y bella, no tenía nada que ver con la que conocemos hoy. El progreso es, a menudo, un arma de doble filo.

Medio siglo después, a la luz de lo que leo en la prensa, sugiero a los responsables del Festival de las Minas que introduzcan en la letrilla la siguiente modificación: "Los pícaros urbanitas / asociaron a su trama / al alcalde y a sus listas / de corruptos de Totana". El público, sin duda, lo apreciará.

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