Ojos electrónicos sin control

Protección de Datos alerta de un 'Gran hermano' ciudadano

Cámaras en el banco, la peluquería, el bar, el centro comercial, el garaje de su casa... centenares de miles de ojos observan cada uno de sus pasos y crean ficheros que almacenan toda esta información. No son sólo los poderes públicos los que vigilan sino, cada vez más, los propios ciudadanos los que se autocontrolan, según Protección de Datos.

Cámaras en el banco, la peluquería, el bar, el centro comercial, el garaje de su casa... centenares de miles de ojos observan cada uno de sus pasos y crean ficheros que almacenan toda esta información. No son sólo los poderes públicos los que vig...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cámaras en el banco, la peluquería, el bar, el centro comercial, el garaje de su casa... centenares de miles de ojos observan cada uno de sus pasos y crean ficheros que almacenan toda esta información. No son sólo los poderes públicos los que vigilan sino, cada vez más, los propios ciudadanos los que se autocontrolan, según Protección de Datos.

Cámaras en el banco, la peluquería, el bar, el centro comercial, el garaje de su casa... centenares de miles de ojos observan cada uno de sus pasos y crean ficheros que almacenan toda esta información. No son sólo los poderes públicos los que vigilan sino, cada vez más, los propios ciudadanos los que se autocontrolan, según Protección de Datos. Con Internet, el riesgo de que las grabaciones se distribuyan es muy elevado. Los trabajadores de una empresa de Madrid aparecen, sin ellos saberlo, día y noche en la página web Opentopia, como en una especie de Camera café real. Hay también restaurantes, hoteles y piscinas españoles que se pueden controlar desde cualquier lugar del mundo. Las paredes que protegen la intimidad se vuelven transparentes.

Sobre la firma

Archivado En