La huelga de funcionarios provoca altercados en el Registro Civil

Prada se reúne por primera vez con los sindicatos al octavo día de paros

Con una paciencia infinita y una educación exquisita, el anciano Candelas Martín Rodríguez hacía cola ayer frente al registro civil, en la calle Pradillo, como los cientos de personas afectadas por la huelga de funcionarios de Justicia. Él es uno de los 2.335 españoles que sobrevivieron al encierro en el campo de concentración nazi de Mauthausen-Gusen, donde ingresaron 7.182.

Esperaba su turno para conseguir el certificado de defunción de su padre, Vicente, muerto, en noviembre de 1941 en Mauthausen. "El Ministerio de Justicia francés ha anunciado que nos dará una indemnización a los es...

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Con una paciencia infinita y una educación exquisita, el anciano Candelas Martín Rodríguez hacía cola ayer frente al registro civil, en la calle Pradillo, como los cientos de personas afectadas por la huelga de funcionarios de Justicia. Él es uno de los 2.335 españoles que sobrevivieron al encierro en el campo de concentración nazi de Mauthausen-Gusen, donde ingresaron 7.182.

Esperaba su turno para conseguir el certificado de defunción de su padre, Vicente, muerto, en noviembre de 1941 en Mauthausen. "El Ministerio de Justicia francés ha anunciado que nos dará una indemnización a los españoles que pasamos por los campos de refugiados en Francia y acabamos en los campos de concentración nazis", explicaba, "por eso tengo que conseguir los papeles de mi padre". Respecto a la huelga que paralizaba el Registro Civil, decía no saber nada, "pero las huelgas son huelgas". "La única manera que tenemos los trabajadores de conseguir algo".

Precisamente, en el Registro Civil el día comenzó con bronca. Alrededor de las nueve de la mañana, un piquete de unos 100 funcionarios trató de impedir el acceso a la sede del registro, mientras repartían octavillas con sus reivindicaciones entre los ciudadanos que hacían cola a la puerta. Hartos de esperar, muchos de esos ciudadanos comenzaron a increpar a los huelguistas y se produjeron forcejeos e intercambiaron amenazas. Los encargados de la seguridad del edificio pidieron ayuda a los antidisturbios, que desalojaron al piquete.

El consejero de Justicia y vicepresidente primero, Alfredo Prada, se reunió por fin ayer con los sindicatos para tratar de desbloquear la situación, tras ocho días de huelga, unos 6.400 juicios aplazados, y una manifestación de unos 300 funcionarios que impidieron el martes por la noche la salida de Prada de un evento en Casa de América.

"Cuando anunciamos la huelga, la Consejería de Justicia nos pidió 10 días 'para maniobrar'. Aplazamos la convocatoria hasta el 28 de noviembre, como muestra de buena voluntad, y desde entonces hasta hoy [por ayer] no han querido recibirnos", explicaba un portavoz de CC OO en la sede del sindicato en los juzgados de la plaza de Castilla, y anunciaba que mantendrán la huelga indefinida hasta que no se atiendan sus reivindicaciones.

Según los sindicatos, los juzgados de Madrid soportan casi el 40% del volumen de trabajo de España, y sin embargo cuentan con la mitad de trabajadores que Cataluña y el segundo peor salario del país. Por ello, piden un complemento autonómico de 700 euros, así como el pago de los trienios a los interinos. La huelga ha tenido un seguimiento del 80% en los primeros días, para bajar ahora hasta el 70%.

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