Jubilaciones codiciadas

Aseguradoras y entidades financieras compiten en ofertas de planes de pensiones y de ahorro con vistas al fin del año. Por primera vez entran en juego los planes de ahorro sistemático

El cierre del ejercicio ha estimulado a las entidades financieras y compañías aseguradoras para competir con ofertas de productos de ahorro a los particulares para que puedan deducirlos en su base imponible del IRPF.

El abanico es espectacular. En España se comercializan más de mil planes de pensiones individuales privados, repartidos en seis grandes categorías; de renta fija a corto y largo plazo, de renta fija mixta o variable, de renta variable o garantizada.

Para atraer a nuevos clientes o robarlos a la competencia, las entidades ofrecen bonificaciones en metálico, préstamos ...

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El cierre del ejercicio ha estimulado a las entidades financieras y compañías aseguradoras para competir con ofertas de productos de ahorro a los particulares para que puedan deducirlos en su base imponible del IRPF.

El abanico es espectacular. En España se comercializan más de mil planes de pensiones individuales privados, repartidos en seis grandes categorías; de renta fija a corto y largo plazo, de renta fija mixta o variable, de renta variable o garantizada.

Para atraer a nuevos clientes o robarlos a la competencia, las entidades ofrecen bonificaciones en metálico, préstamos y hasta tarjetas de regalo de El Corte Inglés. Los incentivos fiscales se aplican también a los planes de previsión asegurados, que no consiguen arrancar. La novedad de este año es que entran en juego los planes individuales de ahorro sistemático, conocidos como PIAS. Las aportaciones a estos planes no reducen la base imposible en el IRPF, pero a cambio, pasados 10 años desde la primera aportación, los rendimientos que se obtengan estarán exentos de tributación.

La suscripción de cualquiera de estos planes no tiene por qué ser definitivo. Se pueden traspasar de unas entidades a otras.

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