La calle Diputació enlazará con Gran Via en 2008

Los comerciantes afectados critican las indemnizaciones por "insuficientes"

La prolongación de la calle de la Diputació hacia Gran Via será una realidad en 2008. El proyecto busca descongestionar el tráfico en el entorno de la plaza de Espanya, donde confluyen cuatro de las arterias con más tráfico de la ciudad. Las excavadoras están a punto de empezar a trabajar, pero media docena de comerciantes de Sants que deberán cerrar sus negocios al estar directamente afectados por las obras están preocupados. Lamentan que el Consistorio todavía no les haya informado de cuándo deberán echar el cierre y se quejan de que las indemnizaciones son insuficientes.

"Los cliente...

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La prolongación de la calle de la Diputació hacia Gran Via será una realidad en 2008. El proyecto busca descongestionar el tráfico en el entorno de la plaza de Espanya, donde confluyen cuatro de las arterias con más tráfico de la ciudad. Las excavadoras están a punto de empezar a trabajar, pero media docena de comerciantes de Sants que deberán cerrar sus negocios al estar directamente afectados por las obras están preocupados. Lamentan que el Consistorio todavía no les haya informado de cuándo deberán echar el cierre y se quejan de que las indemnizaciones son insuficientes.

"Los clientes entran y siempre preguntan lo mismo: '¿Cuándo os vais?' Pero no sabemos nada. Pusimos un recurso porque la indemnización que nos dan nos parece muy baja. Lo perdimos, pero no nos iremos hasta que nos den una cantidad justa", cuenta Enric Álvarez, propietario de El Rei de les Gorres, una tienda con más de 100 años de historia emplazada en la calle de la Creu Coberta. El Ayuntamiento no quiere precisar la cuantia de las indemnizaciones, aunque una portavoz municipal señala que "no existe una cifra estándar, depende de muchas cosas".

"No me iré hasta que no me den una cantidad justa", dice un comerciante

El negocio de Enric se ubica a algunos metros de dónde tendrá que pasar Diputació, pero está afectado al formar parte de un plan urbanístico que prevé derribar los bloques de los números 20 y 22 de Creu Coberta y levantar en su lugar un edificio de viviendas de promoción libre, un hogar de ancianos y una oficina de promoción del comercio del barrio de Sants. La iniciativa de este proyecto es municipal, pero el derribo lo hará una inmobiliaria que ya es propietaria de los dos bloques.

El bar-francfort ubicado en el número 26 también está sentenciado. "Mucha gente se va a ir a la calle porque el propietario del local se queda con la indemnización y pone otra cosa. Pero me gustaría saber si el Ayuntamiento ha pensado en los trabajadores antes de montar este tinglado", critica Alberto Sal, camarero del bar. "Yo no tendré problemas porque el dueño ya nos ha dicho que nos va a recolocar en otro local, pero las cosas no se hacen así", añade.

El propietario de este bar lo es también del cine Arenas, el último cine gay de Barcelona, con más de 80 años de antigüedad. Este establecimiento se encuentra justo en el inicio de Diputació, allí donde las máquinas empezarán a trabajar. Los propietarios del cine han interpuesto una demanda contra el Ayuntamiento para evitar el derribo. El gerente del establecimiento declinó hacer comentarios al respecto.

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El proyecto municipal prevé prolongar la calle de la Diputació desde donde nace, junto a la de Tarragona, hasta la Gran Via. Dibujando una curva de casi 90º, la calle cruzará Creu Coberta y descenderá hasta la Gran Via por la calle de Mir Geribert, que también deberá someterse a obras de ampliación. Desaparecerán los números pares 20, 22, 24 y 26 de Creu Coberta, y los impares 25, 27 y 29. En la calle Mir de Geribert hay tres parcelas afectadas, aunque dos de ellas ya han sido derribadas.

La mayoría de los vecinos afectados ya han sido realojados en viviendas en el mismo distrito. Según el Ayuntamiento, sólo quedan media docena de familias esperando ser realojadas.

"Lo que no puede ser es que el Ayuntamiento actúe a golpe de expropiación, como si estuviéramos en la Edad Media. No nos informan de nada. Aquí lo único que sabemos es que una inmobiliaria ya se ha hecho con dos bloques de viviendas", critica un trabajador afectado que prefiere no ser identificado.

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