Reportaje:

Los mártires y 6.000 personas

El arzobispo Rouco Varela habla de la Guerra Civil y el alcalde cita a Tarancón en la misa de la Almudena

"Martirio" y "España" fueron las dos palabras más repetidas por el cardenal Rouco en el sermón pronunciado ayer en la Plaza Mayor ante las cerca de 6.000 personas congregadas para celebrar la misa de la Almudena. En primera fila se encontraban, entre otros, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, la edil de Medio Ambiente, Ana Botella, y el vicepresidente segundo de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada.

Antes del sermón del arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el alcalde renovó los tradicionales votos de la villa ante la Virgen, con un discurso en el que pidió que la "actitud d...

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"Martirio" y "España" fueron las dos palabras más repetidas por el cardenal Rouco en el sermón pronunciado ayer en la Plaza Mayor ante las cerca de 6.000 personas congregadas para celebrar la misa de la Almudena. En primera fila se encontraban, entre otros, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, la edil de Medio Ambiente, Ana Botella, y el vicepresidente segundo de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada.

Antes del sermón del arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el alcalde renovó los tradicionales votos de la villa ante la Virgen, con un discurso en el que pidió que la "actitud diaria se vea libre de rencores (...) y que nuestra memoria individual no sea causa de discordia". El alcalde también recordó el centenario del nacimiento del cardenal Vicente Enrique y Tarancón, arzobispo de Madrid y figura destacada de la transición. Deseó que la memoria del prelado ayude "en el camino de la reconciliación y la paz". Y apostilló: "Que parece que todavía no hemos concluido".

Después, Rouco Varela tomó la palabra y se refirió a "la memoria histórica de la Almudena". Habló de la fidelidad de Madrid a su patrona, aunque esa fidelidad, según sus palabras, "haya sufrido vaivenes, especialmente en los dos últimos siglos". Como ejemplo de ello, rememoró episodios "sacrílegos" durante la Guerra Civil, en los que "se quemaron bancos y confesionarios en la cripta de la catedral de Nuestra Señora". El cardenal también recordó a los "mártires" de la contienda beatificados recientemente en Roma.

Los fieles asistían a la misa entre las altas mantillas de señoras de riguroso negro, algún abrigo de visón y trajes regionales de las distintas comunidades. Alrededor, en los porches de la plaza, turistas atónitos. No faltaban tampoco los carteristas en pareja que, a pesar de la presencia de guardias municipales y aprovechando el gentío, se interesaban por los bolsos ajenos.

Tras la misa, una procesión partió desde la Puerta del Sol a la catedral con la imagen de la Virgen, por cierto, este año renovada.

Mujeres con mantilla entran en procesión a la plaza Mayor.ULY MARTÍN
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