Joan Roca dirigirá el Museo de Historia de la Ciudad

El geógrafo urbanista ha ganado el concurso convocado tras la renuncia del anterior director, Antoni Nicolau

Esta vez sí ha habido sorpresa en el resultado del concurso público convocado para cubrir la plaza de director del Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona, tras la renuncia, el pasado verano, de Antonio Nicolau, que lo había dirigido en los últimos 14 años.

Ha ganado el geógrafo urbanista Joan Roca (Girona, 1958), un profesional bregado en el campo educativo (hasta 2005 era profesor de historia en el Instituto del Besòs); en el ámbito académico (con estudios sobre La Mina, las periferias urbanas o el espacio metropolitano); el mundo editorial (colabora en L'Avenç y edita la c...

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Esta vez sí ha habido sorpresa en el resultado del concurso público convocado para cubrir la plaza de director del Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona, tras la renuncia, el pasado verano, de Antonio Nicolau, que lo había dirigido en los últimos 14 años.

"El museo también tiene que plantear preguntas sobre el presente"

Ha ganado el geógrafo urbanista Joan Roca (Girona, 1958), un profesional bregado en el campo educativo (hasta 2005 era profesor de historia en el Instituto del Besòs); en el ámbito académico (con estudios sobre La Mina, las periferias urbanas o el espacio metropolitano); el mundo editorial (colabora en L'Avenç y edita la colección Model Barcelona. Quaderns de Gestió), y en el entorno museístico, ya que ha colaborado en proyectos del Macba, el CCCB y la Fundación Tàpies.

"Para que una ciudad funcione tiene que tener una ciudadanía implicada y también instituciones", señala Roca, que estos años ha sido especialmente activo en plataformas cívicas muchas veces críticas con los poderes. "Dialogan, pero son formatos diferentes. La institución tiene un papel de patrimonialización de ideas difícil para los ciudadanos. Y al revés, la agilidad de la respuesta ciudadana es imposible para la institución".

En relación al museo, señala que más que un cambio de orientación su objetivo es completar el proyecto. "Lo que importa es que el museo sea aquel eco de la ciudad que interpela, no sólo a los ciudadanos, sino también a los visitantes. Tiene que cumplir su función patrimonial, pero también plantear preguntas significativas sobre el presente". En cualquier caso, tiene claro que no busca las masas. "De ciudad espectáculo ya vamos sobrados. El Museo de Historia tiene que ser el lugar al que va la gente atraída por la fuerza de los contenidos, no por la espectacularidad de un vídeo o un montaje".

Pero, añade prudente, "Nunca toques nada si no tienes una idea mejor. Antes tengo que analizar lo que se está haciendo y hablar con la gente, por lo que hasta dentro de seis meses no podré adelantar los planes". Posiblemente no tarde tanto. La arqueología tendrá su peso actual, pero habrá sin duda una mayor insistencia en el ámbito educativo y en la investigación sobre la historia urbana, seguramente con publicaciones en colaboración con otras instituciones, tanto de la ciudad como del entorno más amplio, que él define como "la Barcelona del metro".

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Al concurso se presentaron sólo 13 candidaturas que fueron analizadas por un jurado, hasta ayer secreto, formado por Joaquim Albareda, Eduard Carbonell, Daniel Cid, Albert García Espuche, Mary Nash y Josep Maria Salrach. Estas mismas personas se constituyen como comisión asesora de historia y patrimonio del museo.

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