Los efectos del temporal

Una riada torrencial inunda ocho pueblos en Alicante y causa una víctima mortal

Un descomunal aguacero desbordó dos ríos y varios barrancos de la comarca de la Marina

"El río arrastraba tantos coches que parecía un rally". El gráfico comentario de un vecino de El Verger revela la magnitud de la tromba de agua que descargó en la madrugada y la mañana de ayer sobre el norte de Alicante. El aguacero desbordó dos ríos y varios barrancos de la comarca de la Marina que, a su vez, anegaron ocho poblaciones (Beniarbeig, Els Poblets, El Verger, Dénia, Calp, Xàbia, Gata de Gorgos y Ondara). La tormenta se cobró la vida de una anciana en El Verger. Siete helicópteros rescataron a centenares de personas que treparon a los tejados de sus casas ante la imparable riada....

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"El río arrastraba tantos coches que parecía un rally". El gráfico comentario de un vecino de El Verger revela la magnitud de la tromba de agua que descargó en la madrugada y la mañana de ayer sobre el norte de Alicante. El aguacero desbordó dos ríos y varios barrancos de la comarca de la Marina que, a su vez, anegaron ocho poblaciones (Beniarbeig, Els Poblets, El Verger, Dénia, Calp, Xàbia, Gata de Gorgos y Ondara). La tormenta se cobró la vida de una anciana en El Verger. Siete helicópteros rescataron a centenares de personas que treparon a los tejados de sus casas ante la imparable riada.

La lluvia dejó una media de cerca de 350 litros por metro cuadrado en el espacio de unas seis horas, según datos del Centro Meteorólogico de Valencia, que calificaron el fenómeno como lindante con la torrencialidad. Además del desbordamiento de los ríos y barrancos y la inundación de calles, la tormenta provocó cortes en nueve carreteras comarcales, así como interrupciones en el suministro eléctrico en la práctica totalidad de las poblaciones de la comarca. "Estamos a oscuras", comentó alarmada la alcaldesa de Dénia, Francisca Viciano, en pleno desalojo de un centenar de residentes en la playa de la ciudad.

La cara trágica del temporal fue el fallecimiento de Encarnación Sastre Ferrer, de 89 años, al inundarse su vivienda, una planta baja en las inmediaciones de un barranco en el municipio de El Verger. La mujer, incapacitada según fuentes municipales, estaba sola en la casa cuando la sorprendió la riada. En esta misma localidad, un edificio de tres plantas se desplomó instantes después de que los inquilinos de la inmueble hubieran sido rescatados por los servicios de emergencias. El bloque también se hallaba junto a un barranco en las inmediaciones del río Girona.

Los primeros en sufrir las consecuencias del brutal aguacero fueron los vecinos de Calp. La intensa lluvia (más 160 litros en menos de dos horas) desbordó los dos barrancos que atraviesan el núcleo urbano de la población. En menos de 15 minutos, el agua anegó las calles de la parte baja del municipio, en la frontera con el paseo marítimo. En algunos puntos el agua embalsada superó los 30 centímetros. Decenas de bajos comerciales y garajes quedaron inundados. El temporal también derribó algunos muros, entre ellos los del cámping la Merced. Los 50 acampados tuvieron que ser desalojados y trasladados hasta el polideportivo de la población.

Ante la magnitud del agua embalsada en las calles, el alcalde de Calp, el socialista Luis Serna, ordenó a los bomberos el derribo parcial del muro del paseo marítimo para aligerar la evacuación del agua hacia el mar. La localidad retomó la calma a medida que avanzó la tarde, cuando amainó la intensidad de la tormenta.

La tensión y la preocupación por el alcance de este inusual torrente de agua se desplazó a primeras horas de la tarde hacia el interior de la comarca, en concreto, a las poblaciones por las que discurre el río Girona (Beniarbeig, El Verger, Els Poblets y Dénia, ya en la desembocadura del río). El caudal que discurría por el Girona se salió de madre y acabó derribando un puente a su paso por el casco urbano de Beniarbeig. Un alud de barro y cañizo llenó las calles adyacentes al desbordamiento. La riada arrasó el polideportivo del pueblo.

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El alcalde de la localidad, Luis Gil, calificó la situación como "muy grave". "Hemos visto que por el cauce bajaban rocas, cañizos, coches y hasta jabalíes y un caballo", relató el regidor. El alcalde y los seis policías locales del municipio dirigieron en las primeras horas las labores de atención a los vecinos hasta la llegada de los efectivos del consorcio provincial de bomberos.

El río Girona también se desbordó a su paso por las dos poblaciones siguientes antes de llegar a su desembocadura, Els Poblets y El Verger. Los vecinos de estos dos pueblos se vieron obligados a trepar hasta los tejados de sus viviendas ante la imparable crecida. Siete helicópteros de los servicios de emergencias de la Generalitat valenciana y la Diputación de Alicante rescataron a unas 250 personas a lo largo de la tarde de ayer.

La riada también sorprendió a un centenar de residentes de las urbanizaciones de la playa de les Marines en Dénia. La Policía Local y los helicópteros rescataron a 80 personas que fueron trasladas a un colegio público. A últimas horas de la tarde, los desalojados regresaron a sus viviendas, según informó el Ayuntamiento.

El desbordamiento de otro río que atraviesa la comarca, el Gorgos, causó inundaciones en las localidades de Ondara, Gata de Gorgos y Xàbia. En este último municipio, la crecida del río dividió el pueblo en dos y causó el corte de varias carreteras locales.

Crónica elaborada con información de Rebeca LLorente, Neus Gómez y Lucía Gadea.

El río Girona, muy crecido debido a las lluvias, se llevó por delante un puente en el municipio de Beniarbeig.EFE

AGUA A MARES

- En Valencia, los pluviómetros midieron más de 160 litros en sólo una hora, según el Centro Meteorológico.

- El mayor registro fue el de L'Atzúvia, donde el temporal dejó hasta 407 litros por metro cuadrado en pocas horas.

- Hay que remontarse a los años 1986 y 1989 para encontrar episodios tan intensos como el de ayer.

- La Marina está acostumbrada a registros de hasta 200 litros, pero 300 en un día crean problemas serios.

- Orba (404 litros), Alcalalí (397), La Vall de Laguar (367), Villalonga (351), Vall de Gallinera (347), Pego (323) y Beniarrés (305) alcanzaron los registros más altos.

- Dos ríos, el Girona y el Gorgos, se desbordaron y arrastraron de todo a su paso. También superaron sus cauces numerosos barrancos.

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