Gobernación, satisfecha con la evolución de la normativa

La consejera de Gobernación, Evangelina Naranjo, fue quien impulsó la ley antibotellón hace un año. Naranjo sostuvo ayer que la marcha de la norma "es muy razonable en relación con las dificultades" que se encontró la Junta de Andalucía para sacar adelante esta ley, aprobada en el Parlamento autonómico sólo con el voto favorable del PSOE, la abstención del Partido Popular y el rechazo de Izquierda Unida y Partido Andalucista. "Todo el mundo pedía esta norma a gritos, pero a la hora de la verdad los que la apoyaban lo hacían con la boca pequeña", recordó Naranjo.

Los resultados logrados ...

La consejera de Gobernación, Evangelina Naranjo, fue quien impulsó la ley antibotellón hace un año. Naranjo sostuvo ayer que la marcha de la norma "es muy razonable en relación con las dificultades" que se encontró la Junta de Andalucía para sacar adelante esta ley, aprobada en el Parlamento autonómico sólo con el voto favorable del PSOE, la abstención del Partido Popular y el rechazo de Izquierda Unida y Partido Andalucista. "Todo el mundo pedía esta norma a gritos, pero a la hora de la verdad los que la apoyaban lo hacían con la boca pequeña", recordó Naranjo.

Los resultados logrados con la aplicación de la norma son "razonables" para la consejera. "La mayoría de los jóvenes la han aceptado", añadió. En el debate sobre esta ley de hace un año, Naranjo sostuvo que "ocho de cada diez" jóvenes que practican el botellón están a favor de que se habiliten zonas específicas para ello.

Según la consejera de Gobernación, gracias a esta nueva norma los jóvenes se pueden divertir "sin molestar a los vecinos". Naranjo también quiso agradecer ayer a los ayuntamientos su labor durante estos meses. "Son aliados necesarios" y "necesitaban de este elemento" para solventar el problema de los grandes botellones.

"La norma no es eficaz al 100%, por lo que hay que seguir trabajando", sostuvo. "Los vecinos pueden dormir hoy gracias a la ley", remató la consejera. Naranjo aseguró que las llamadas recibidas en el 112 de personas alertando o quejándose de la celebración del botellón se han reducido considerablemente este verano.