Ciutadans reúne a dos mil personas a favor de España y contra el "acoso" nacionalista

Unas 2.000 personas, según la Guardia Urbana, secundaron ayer en Barcelona la manifestación de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía en defensa de la convivencia y el respeto a las instituciones democrácticas.

La manifestación "no es ni a favor ni en contra de la Monarquía o de la República, sino por el Estado de Derecho. Estamos defendiendo la democracia", subrayó el presidente de Ciutadans y diputado autonómico, Albert Rivera. Pero en determinados momentos, pareció un acto más propio del viernes que viene -Día de la Hispanidad-, que otra cosa, a juzgar que por las consignas que presidier...

Unas 2.000 personas, según la Guardia Urbana, secundaron ayer en Barcelona la manifestación de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía en defensa de la convivencia y el respeto a las instituciones democrácticas.

La manifestación "no es ni a favor ni en contra de la Monarquía o de la República, sino por el Estado de Derecho. Estamos defendiendo la democracia", subrayó el presidente de Ciutadans y diputado autonómico, Albert Rivera. Pero en determinados momentos, pareció un acto más propio del viernes que viene -Día de la Hispanidad-, que otra cosa, a juzgar que por las consignas que presidieron la mayor parte de la manifestación.

La marcha, a la que se unieron varios integrantes del PP, entre ellos su secretario de organización en Cataluña y concejal en Badalona, Xavier García Albiol, transcurrió sin incidentes por el centro de la ciudad con numerosas proclamas a favor de la unidad de España, en defensa de la lengua castellana y en contra del "acoso" nacionalista y del Gobierno tripartito, especialmente de los socialistas. Se escucharon también vítores a favor de Cataluña, en la parte final de la marcha y después de que algunos manifestantes hicieran notar su ausencia a Rivera.

El presidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezkerra, leyó un manifiesto en el que se asegura que el marco de convivencia construido en torno a la Constitución se enfrenta a la "persecución, el desafío y el ataque de los partidos nacionalistas", a los que califica de chantajistas. El acto finalizó a las 13.00 en punto en la plaza de Sant Jaume al ritmo, inesperado, de los pasadobles de la banda de Roses contratada por la Casa de Valencia en Barcelona, que en gran síntesis interautonómica homenajeaba al rey Jaume I, libertador de Valencia.