Reportaje:

Espírito Santo quiere engordar

El banco portugués prevé duplicar su volumen de negocio en España durante los próximos tres años y llegar a los 16.500 millones

Corren malos tiempos para las finanzas; o no tan buenos como antes. La economía española no será lo que es; o eso vaticinan los expertos. Nada de esto arredra al Banco Espirito Santo (BES). La entidad lusa quiere duplicar su peso en España, uno de sus "mercados naturales". En 2010 prevé duplicar su volumen de negocio: de los 7.800 millones con que cuenta a 16.500. Para ello ha puesto en marcha el proyecto Iberia, en el que invertirá 67 millones.

BES, controlado por la familia Espírito Santo y Crédit Agricole, cruzó la frontera hace 20 años. Ahora, empujado por la integración de las econ...

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Corren malos tiempos para las finanzas; o no tan buenos como antes. La economía española no será lo que es; o eso vaticinan los expertos. Nada de esto arredra al Banco Espirito Santo (BES). La entidad lusa quiere duplicar su peso en España, uno de sus "mercados naturales". En 2010 prevé duplicar su volumen de negocio: de los 7.800 millones con que cuenta a 16.500. Para ello ha puesto en marcha el proyecto Iberia, en el que invertirá 67 millones.

BES, controlado por la familia Espírito Santo y Crédit Agricole, cruzó la frontera hace 20 años. Ahora, empujado por la integración de las economías española y portuguesa -en 2006 los intercambios comerciales superaron los 30.000 millones- ha decidido dar otro paso. Un año después de que el juez Garzón ordenara el registro de su sede en España.

La entidad lusa lanza el proyecto Iberia en el que apuesta por la banca privada y de empresas como vía de expansión

El empujón a su negocio al otro lado de la frontera se inscribe en su estrategia de expansión exterior -para 2010 espera que el mercado internacional aporte un tercio de sus resultados-. En este capítulo España, junto a Brasil y Angola componen su "triángulo virtuoso", tal y como lo ha definido esta semana el presidente de la sucursal del BES en España, José Manuel Espirito Santo.

Para poner en marcha el proyecto, el primer paso que ha dado el BES ha sido cambiar su personalidad jurídica y se ha transformado en sucursal acogiéndose a la segunda normativa europea. De esta forma, la entidad lusa queda bajo la supervisión directa del Banco de Portugal. Si bien tiene que respetar las reglas que marca el regulador local: el Banco de España.

La nueva estrategia -con la que BES prevé multiplicar por 20 su resultado neto en España y llegar a casi 30 millones- pasa el crecimiento orgánico de la banca patrimonial, de inversión y de empresas y centrarse en este segmento. BES es el segundo banco portugués, por detrás de BCP-gMillenium, pero el primero en estos segmentos. Sus responsables reconocen la dificultad de luchar en España en banca minorista con los bancos locales y las cajas de ahorros dada su amplia red comercial. "No queremos competir con la banca local, pues es difícil", afirma José Manuel Espírito Santo.

La apuesta por el crecimiento orgánico no descarta compras. Pero los movimientos corporativos tendrán que ajustarse a dos criterios: disponibilidad y precio. João Freixa, consejero de la entidad, rememora el intento de compra del Banco Urquijo por BES para ilustrarlo. "Estuvimos hasta el final, pero decidió el precio". La entidad portuguesa puso encima de la mesa 605 millones; Banco Sabadell 760.

En el segmento de la banca patrimonial y de inversión, los recursos humanos son claves y el banco portugués ha apostado fuerte. Ha fichado a José Luis Santos, antiguo número tres de Banif. Y no quiere quedarse ahí, pretende seguir ampliando su plantilla en unas 80 personas hasta 2010 hasta llegar a 517, potenciando su perfil comercial.

Actualmente BES cuenta en España con 44.000 clientes, pero la nueva estrategia exige la redefinición del perfil del cliente a quien se dirigen. José Luis Santos explica que su público objetivo se encuentra entre las personas que tienen un patrimonio líquido entre los a 150.000 euros y los dos millones para la banca patrimonial, y a partir de esa cifra, la banca de inversión.

Comenzar a captar nuevos clientes requiere de ampliar la red comercial compuesta por 25 oficinas y ocho centros de empresas. La Rioja, Castellón, Murcia y Baleares, lugares donde ahora no llega BES, se perfilan como potenciales áreas de expansión. También Madrid, lugar al que se dirigen más del 70% de las inversiones portuguesas en España y a donde la entidad pretende seguir a sus clientes locales para ofrecerle sus servicios.

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