Un milagro de supervivencia
Dos piragüistas rusos, cuya expedición compuesta por seis hombres naufragó hace 25 días, fueron hallados ayer con vida en una de las más remotas y áridas regiones del mundo, los montes chinos de Kunlun. Diez días atrás se había encontrado dos canoas con ropas y víveres, pero sin nadie dentro.
Las piraguas en las que viajaban los seis expedicionarios rusos volcaron hace tres semanas en una sección del río Yurunkas. Alexander Zverev, de 35 años, creyó que era el único superviviente al ver cómo sus compañeros se ahogaban. Sin embargo, horas después del rescate de Zverev un equipo de salvam...
Dos piragüistas rusos, cuya expedición compuesta por seis hombres naufragó hace 25 días, fueron hallados ayer con vida en una de las más remotas y áridas regiones del mundo, los montes chinos de Kunlun. Diez días atrás se había encontrado dos canoas con ropas y víveres, pero sin nadie dentro.
Las piraguas en las que viajaban los seis expedicionarios rusos volcaron hace tres semanas en una sección del río Yurunkas. Alexander Zverev, de 35 años, creyó que era el único superviviente al ver cómo sus compañeros se ahogaban. Sin embargo, horas después del rescate de Zverev un equipo de salvamento encontró a su compañero de expedición Andrei Pautov, de 28 años, quien también había logrado vencer la potencia de los rápidos. Los cuerpos de otros tres expedicionarios fueron recuperados la semana pasada. Falta uno aún por localizar.
Dos piragüistas rusos son rescatados con vida tras 25 días perdidos sin víveres en una cadena montañosa de China
Durante más de 20 días Zverev sobrevivió sin comida en una cueva. Cada día ascendía al punto más elevado del barranco para tratar de llamar la atención de los equipos de rescate que él sabía que estarían buscándole.
La televisión rusa mostró ayer a un Alexander Zverev muy delgado y exhausto cuando descendió de un helicóptero militar chino en la ciudad de Hotan. Llevaba el casco blanco con el que había subido a la canoa 25 días atrás y el chaleco salvavidas. La única razón por la que se salvó fue que la canoa lo lanzó hacia un banco de arena, apartado de la corriente. "Mis compañeros se ahogaron enfrente de mí. Trataba de decirles lo que tenían que hacer para salvarse, pero ninguno de ellos pudo", indicó a un canal ruso de televisión.
"Tuve claro desde el primer día que no íbamos a ser capaces de completar la ruta que habíamos elegido (...). Volcamos en la parte más dura del río, pero si no hubiésemos volcado entonces lo habríamos hecho al día siguiente", señaló.
"Un hombre no puede luchar contra el agua durante mucho tiempo. Puedes luchar durante unos minutos, y entonces la fuerza desaparece. Sólo un milagro puede salvarte", explicó Zverev tras ser localizado en una montaña deshabitada. Zverev ha sido protagonista de un milagro, ya que tras sobrevivir a los rápidos ha soportado las gélidas temperaturas que se registran en los Kunlun, el mayor sistema montañoso del oeste de China, situado entre los montes Himalaya, el río Tarim y el desierto de Taklamakan, en la región occidental china de Xinjiang, informa Efe.
Logró sobrevivir refugiándose en una cueva situada a 4.000 metros de altitud, donde se protegió de las tormentas de arena y del frío. Asegura que mantuvo su moral pensando en el menú más apropiado para el banquete de su próxima boda.
Zverev, pálido y aturdido, explicó desde el hospital al que fue trasladado que durante 20 días no ingirió alimento alguno y que a diario trepó a la cima de un barranco para llamar la atención de los helicópteros de rescate. Los montes Kunlun forman parte del imaginario de la mitología china y se considera que en ellos está situado el paraíso taoísta.