La primera Diada del presidente Montilla

Pujol y Maragall piden que la Constitución reconozca a Cataluña como nación

Mensajes coincidentes en la Diada. Pasqual Maragall y Jordi Pujol reclamaron ayer que la Constitución española reconozca Cataluña como nación. Y lo hicieron en el Palau de la Generalitat, a donde regresaron para recibir de José Montilla la medalla de oro de la Generalitat en reconocimiento a su mandato como presidentes de la institución.

"No es Cataluña la que se ha de adaptar a la Constitución, sino la Constitución a Cataluña", dijo Pujol, aunque enseguida precisó que no era el momento de formular una reclamación en aquel acto institucional. Según el líder nacionalista, existe un deseo...

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Mensajes coincidentes en la Diada. Pasqual Maragall y Jordi Pujol reclamaron ayer que la Constitución española reconozca Cataluña como nación. Y lo hicieron en el Palau de la Generalitat, a donde regresaron para recibir de José Montilla la medalla de oro de la Generalitat en reconocimiento a su mandato como presidentes de la institución.

"No es Cataluña la que se ha de adaptar a la Constitución, sino la Constitución a Cataluña", dijo Pujol, aunque enseguida precisó que no era el momento de formular una reclamación en aquel acto institucional. Según el líder nacionalista, existe un deseo de armonizar Cataluña con otras comunidades autónomas que no prosperará, "porque venimos de muy lejos, no somos un invento". A la hora de citar un predecesor, Pujol se refirió a Lluís Companys y recordó que fue fusilado "principalmente por ser presidente de la Generalitat".

Maragall ocupó parte de su discurso a recordar las naciones sin Estado de Europa, aludió al "reagrupamiento ibérico" que propuso el escritor José Saramago y afirmó: "En esta Europa diversa, Cataluña será una nación espero que algún día reconocida no sólo en el preámbulo de su Estatuto, sino también en la Constitución de su Estado". El ex presidente socialista recordó que desde el restablecimiento de la democracia, Cataluña siempre ha salido a la calle y puso como ejemplo las protestas por la querella contra Pujol por el caso Banca Catalana y el asesinato de Ernest Lluch a manos de ETA.

Maragall tampoco se privó de recordar el origen andaluz de Montilla, "un nuevo catalán que ha mamado en barrios con bloques de 16 plantas sin ascensor, cuando entró de alcalde" en Cornellà, y finalizó con un lamento por la supresión de la Corporación Metropolitana de Barcelona que acordó el Gobierno de Pujol.

Al acto asistieron unas 300 personas, entre las que no figuró Diana Garrigosa, esposa de Maragall, y que devolvió el carnet del PSC tras el relevo en la Generalitat. Montilla, por su parte, recordó que el futuro de Cataluña está por escribir y que lo harán sus ciudadanos. "Nadie nos hará ir, como pueblo, por un camino que, colectivamente, no deseamos", advirtió el presidente catalán, el número 128 de la historia.

También tuvo un recuerdo para Josep Tarradellas y aseguró que la entrega de la medalla de oro a Pujol y Maragall era el reconocimiento a un sentimiento popular. "La gente os quiere", dijo, "más allá de los aciertos y desaciertos". Anteriormente había pedido que los líderes políticos ejerciesen la autocrítica y que analizasen "los errores y aciertos" de estas tres décadas.

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