Entrevista:NÚRIA PERPINYÀ | Escritora

"Las calles de Francfort temblarán por el peso de tanta grandeza"

Núria Perpinyà (Lleida, 1961), que vive en Madrid desde hace años, va a la suya y aborrece las capillas literarias. Amante del riesgo formal, su nuevo libro, Els privilegiats (Empúries), es una mezcla entre novela y obra de teatro. Escrito con mucha sorna, la ganadora del Premio de la Crítica Catalana en 2005 explica en este divertimento de apariencia costumbrista las tribulaciones de los operarios de un museo casi decimonónico que debe ponerse al día a golpe de arte vanguardista. Ni críticos sesudos, ni mecenas, ni galeristas, ni eruditos: los protagonistas son aquí los humildes y desn...

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Núria Perpinyà (Lleida, 1961), que vive en Madrid desde hace años, va a la suya y aborrece las capillas literarias. Amante del riesgo formal, su nuevo libro, Els privilegiats (Empúries), es una mezcla entre novela y obra de teatro. Escrito con mucha sorna, la ganadora del Premio de la Crítica Catalana en 2005 explica en este divertimento de apariencia costumbrista las tribulaciones de los operarios de un museo casi decimonónico que debe ponerse al día a golpe de arte vanguardista. Ni críticos sesudos, ni mecenas, ni galeristas, ni eruditos: los protagonistas son aquí los humildes y desnortados vigilantes del museo, personajes ideales para hacer parodia de las hordas del llamado turismo cultural y sus negociantes. "Elegí los vigilantes porque el tema del arte es tan elevado... Casi tanto como el de la religión. De los románticos aprendimos que el punto de vista de un personaje secundario puede ser más interesante que el del protagonista. Es decir, si querían narrar la vida de una familia, la explicaban a través de la criada y no del señor burgués. En este caso, un artista quedaría demasiado pedante. Mi interés era desacralizar el mundo del arte", justifica la autora de Mistana.

"Como vivo en Madrid, no existo. Toda la polémica la he visto desde lejos"
"Elegí los vigilantes de museo porque mi interés era desacralizar el mundo del arte"

La escritora ya tiene un nuevo proyecto entre manos, aunque la idea no entusiama a sus editores. "Mi próximo libro será una obra de teatro. La gente del teatro es la que se lo pasa mejor, porque se tocan aspectos tan diferentes como el texto, la interpretación, el vestuario, los decorados... Mis editores me dicen que es una locura, que la gente sólo quiere leer novelas. Me da igual. Me apetece hacer teatro. Es curioso, pero el autor que más me interesa en el mundo de la escena es el pianista y compositor Carles Santos".

Por tanto, el envite de Els privilegiats tiene algo de ensayo para lo que prepara en el futuro. "Su mezcla de narrativa y teatro es sólo una primera aproximación a lo que quiero hacer. Me ha salido un híbrido que también es un homenaje a nuestros antepasados. La novela es históricamente una herencia del teatro. Sólo basta con pensar en el Quijote o La Celestina. Hasta el siglo XVII, sólo se escribía teatro y poesía. Quería reconstruir esa ligazón perdida entre el teatro y la novela".

Perpinyà no se muerde la lengua y si se le pregunta, dispara. Por ejemplo: ¿Por qué no va a la Feria de Francfort? "Como vivo en Madrid, no existo. Toda la polémica de Francfort la he visto desde lejos. Si Esperanza Aguirre monta una excursioncita a lo mejor me tocaría ir... Eso sí, ya va una gran comitiva. Una gran comitiva. Hasta puedo tomar una frase de mi libro y predecir que "las calles de Francfort temblarán por el peso de tanta grandeza". En realidad me da igual, porque me siento muy representada: estarán mis libros y mis editores.

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