El BNG acusa al PSOE orensano de apropiarse de sus iniciativas

El bigobierno orensano reconoce la crisis. La decisión del alcalde, el socialista Francisco Rodríguez, de adelantarse al BNG en su entrevista anunciada con el ministro de Cultura, César Antonio Molina, para desbloquear las obras de remodelación del claustro de San Francisco, ha destapado el desencuentro.

Con Rodríguez en Madrid arrancándole el compromiso inversor al ministro y con el teniente de alcalde, el nacionalista Alexandre Sánchez Vidal, en Uruguay presentando su plan de termalismo, los concejales del BNG salieron ayer a escena para reprobar al socio municipal.

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El bigobierno orensano reconoce la crisis. La decisión del alcalde, el socialista Francisco Rodríguez, de adelantarse al BNG en su entrevista anunciada con el ministro de Cultura, César Antonio Molina, para desbloquear las obras de remodelación del claustro de San Francisco, ha destapado el desencuentro.

Con Rodríguez en Madrid arrancándole el compromiso inversor al ministro y con el teniente de alcalde, el nacionalista Alexandre Sánchez Vidal, en Uruguay presentando su plan de termalismo, los concejales del BNG salieron ayer a escena para reprobar al socio municipal.

"Aquí [en el gobierno local] hay dos velocidades" sentenció el edil de Infraestructuras, Andrés García Mata y matizó: "El PSdeG no tiene ninguna iniciativa visible", más allá de las que "se apropia" del BNG, como el encuentro con Molina que ya había solicitado la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo -el claustro de la polémica es un Bien de Interés Cultural catalogado por Patrimonio- quien habría de encabezar la delegación nacionalista orensana dentro de unas semanas. "Esto es un desprecio a la Xunta", concluyen los nacionalistas.

García Mata compareció en conferencia de prensa con la edil responsable de Cultura, la también nacionalista, Isabel Pérez, que se ha quedado en casa visiblemente molesta, mientras sus socios del PSdeG le arreglan los asuntos de su competencia. Mata reconoce la crisis, aunque la minimiza. "Hay buena sintonía, no hay nada que engrasar", alude en cuanto a las relaciones personales, "pero que el PSdeG ponga a andar sus proyectos".

Malestar nacionalista

Los concejales del BNG reconocen que no les gustó que "se obviara" su trabajo. Sostienen que cuando plantearon la necesidad de poner fin al abandono de las obras del claustro -en el que habrán de instalarse el archivo y la biblioteca municipales- lo hicieron en comisión de gobierno y el alcalde les "animó" a que dieran "todos los pasos". Los dieron: informes jurídicos, reuniones con la empresa adjudicataria de las obras, estudios... y la solicitud de entrevista con el ministro que ayer recibía al alcalde.

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El malestar en los socios nacionalistas es visible. Sánchez Vidal mandó recado desde Uruguay señalando que el regidor se había comprometido personalmente con él "a no trasladar la tensión de la Xunta a Ourense" y que en cuanto esté de vuelta dejará bien sentado que "esto no es un gobierno de coalición, sino un gobierno de a dos, con áreas blindadas" que el regidor socialista ha traspasado. Por su parte, Francisco Rodríguez no se ha inmutado por el momento y daba cuenta desde Madrid del "compromiso inequívoco" arrancado al ministro de desbloquear las obras de rehabilitación del claustro y de su decisión de convocar una junta de portavoces para explicar su gestión.

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