Reportaje:

Las barajas se ponen al día

El Museo Fournier cierra sus puertas para modernizar sus instalaciones y digitalizar el archivo

El Museo de Naipes Fournier cerró sus puertas de manera temporal a las dos de la tarde de ayer. Ha sido una decisión tomada en el último momento, pero oportuna. Considerada la colección de barajas más importante del mundo, alojada desde 1994 en el palacio de Bendaña, en el Casco Viejo de Vitoria, no se podrá contemplar hasta mediados de 2008, cuando reabra al mismo tiempo que se inaugure el Museo de Arqueología, ya que ambos centros contarán con un mismo acceso.

La reforma era más que necesaria. El recorrido por la zona expositiva no está acondicionado para discapacitados. Además, como ...

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El Museo de Naipes Fournier cerró sus puertas de manera temporal a las dos de la tarde de ayer. Ha sido una decisión tomada en el último momento, pero oportuna. Considerada la colección de barajas más importante del mundo, alojada desde 1994 en el palacio de Bendaña, en el Casco Viejo de Vitoria, no se podrá contemplar hasta mediados de 2008, cuando reabra al mismo tiempo que se inaugure el Museo de Arqueología, ya que ambos centros contarán con un mismo acceso.

La reforma era más que necesaria. El recorrido por la zona expositiva no está acondicionado para discapacitados. Además, como se ha dispuesto que la entrada a ambos museos se realice por el claustro del palacio, resulta necesario rehabilitar todo este espacio exterior. Aprovechando las obras, la Diputación de Álava ha apostado por digitalizar el archivo y mejorar las posibilidades de la colección, que la institución foral adquirió en 1986.

El centro, el más importante del mundo en su género, reabrirá a mediados de 2008

Los orígenes de esta completa historia del naipe no se comprenden sin el personaje que ha llevado a Vitoria hasta el último confín del mundo: Heraclio Fournier, un impresor de origen francés instalado en la capital alavesa en 1868, fabricante de barajas reconocido universalmente.

En realidad, la colección nace de los afanes de Félix Alfaro Fournier, nieto del fundador de la empresa de artes gráficas. En 1916, cuando se hace cargo de la firma, Félix Alfaro encuentra en la mesa del despacho de su abuelo lo que serían las dos primeras piedras de este monumento al naipe: sendas barajas mitológicas realizadas en Madrid por Josef Monjardin. Surge así una afición coleccionista, a la que se suma una investigación profunda del origen de estas cartulinas.

Ambos aspectos (el del coleccionista y el del investigador) se ofrecerán al visitante cuando acceda al palacio de Bendaña reformado a partir de mediados de 2008, si todo va según lo previsto. Al tiempo que disfruta de algunas de las máquinas que pusieron en marcha la industria impresora moderna, como una prensa litográfica de 1870 o la que usó Eduardo Chillida para realizar sus litografías, descubrirá barajas sorprendentes, como el naipe europeo más antiguo conocido, el llamado Italia 2. El papel en que está impreso se fabricó en el siglo XIV y fue realizado y pintado a mano.

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En el recorrido, el aficionado disfrutará con la evolución en el diseño de los naipes (la aparición de la ilustración en el reverso de la cartulina, para dificultar que los oponentes adivinaran la carta) o juegos originarios de distintos países europeos con ilustraciones temáticas: una baraja musical inglesa de 1752 (con libro de instrucciones para interpretar las partituras) u otra holandesa que recrea la historia de las fortificaciones. La colección incluye, cómo no, la primera baraja de Fournier, con el mismo diseño que realizase en 1875 Emilio Soubrier, profesor de la vieja Escuela de Dibujo vitoriana, diseño que sigue paseando todas las sobremesas por miles de mesas de café para dar vida a partidas de mus, tute, brisca,...

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