CÁMARA OCULTA

La neurona traidora

Con su habitual ironía, Eduardo Haro Tecglen se daba a sí mismo un consejo: "Hay que consultarlo todo, especialmente aquello de lo que creas estar seguro; no te fíes de la memoria". El viernes pasado, de haber sido posible, yo le hubiera llamado. Tenía razón el viejo sabio: hay que comprobarlo todo, especialmente aquello de lo que estés más convencido. En la anterior "cámara oculta" se deslizó el error de que la última película de los hermanos Coen había obtenido la Palma de Oro en el reciente festival de Cannes, cuando en realidad esa buena película se fue con las manos vacías, aun habiendo s...

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Con su habitual ironía, Eduardo Haro Tecglen se daba a sí mismo un consejo: "Hay que consultarlo todo, especialmente aquello de lo que creas estar seguro; no te fíes de la memoria". El viernes pasado, de haber sido posible, yo le hubiera llamado. Tenía razón el viejo sabio: hay que comprobarlo todo, especialmente aquello de lo que estés más convencido. En la anterior "cámara oculta" se deslizó el error de que la última película de los hermanos Coen había obtenido la Palma de Oro en el reciente festival de Cannes, cuando en realidad esa buena película se fue con las manos vacías, aun habiendo sido una de las favoritas de la crítica, y Javier Bardem uno de sus actores preferidos. ¿En qué neurona se me engancharía ese dato falso? En el festival de Cannes del pasado mayo, cuyo jurado presidía Stephen Frears, deslumbró la película rumana 4 meses, 2 semanas y 3 días, a pesar de su crudeza, o precisamente por ella. Tras verla, salimos del cine absorbidos por la dura historia de una joven que quiere abortar en la Rumania de Ceasescu, naturalmente en la clandestinidad. En sus votaciones públicas, los críticos la situaron desde el primer momento como la mejor película del festival, y no sería extraño que la federación internacional que les aglutina, Fipresci, la eligiera en septiembre como la mejor película del año, premio que se concederá, como es costumbre, en la gala inaugural del festival de San Sebastián. Y en los premios europeos que se darán en Berlín en diciembre, es seguro que nos reencontraremos con ella. Gane quien gane, los españoles no veremos la película rumana hasta el próximo año, al igual que la tan sonada de los Coen... que no ganó Cannes, aunque así se haya dicho aquí.

Siguiendo con San Sebastián, aún se recuerda el desliz del director Howard Hawks cuando allá por 1972 presidía el jurado de la sección oficial. En una multitudinaria rueda de prensa alguien quiso saber qué película de las suyas le parecía a él la mejor. Y el famoso director, a sus 76 años, dijo sin dudar que él elegiría Dos cabalgan juntos, de 1961. El mismo interrogador, extrañado, y aunque dudando de su propia memoria ante la autoridad del maestro, se atrevió a replicarle: "Pero señor Hawks, si ese maravilloso western fue dirigido por John Ford". El anciano, grande del cine, se quedó perplejo: "¿La dirigió John? ¿Está usted seguro? Pues creía que la había dirigido yo". Y se quedó pensativo durante un rato, sin tenerlas todas consigo. Obvio es decir que, en aquel caso, el periodista estaba en lo cierto. La había dirigido John, aunque también podría haberlo hecho Howard.

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