Análisis:CANCIÓN | Grec'07

Al alimón

Es tan políticamente correcta la mera idea de unir a Maria del Mar Bonet, mediterránea de la catalanidad más insular, y a Miguel Poveda, neocatalán flamenco de expresión castellana, que ya mueve a titular con muestras de aprobación. En un mundo comprimido por ideas restrictivas, lo políticamente correcto consiste en hacer gestos gratuitos para lanzar mensajes de consumo publicitario y limpiar públicamente las conciencias.

Por ello, acudir al Grec para presenciar el debut en Barcelona de este espectáculo entre viejos y nuevos catalanes, entre canción mediterránea y flamenco, tenía el air...

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Es tan políticamente correcta la mera idea de unir a Maria del Mar Bonet, mediterránea de la catalanidad más insular, y a Miguel Poveda, neocatalán flamenco de expresión castellana, que ya mueve a titular con muestras de aprobación. En un mundo comprimido por ideas restrictivas, lo políticamente correcto consiste en hacer gestos gratuitos para lanzar mensajes de consumo publicitario y limpiar públicamente las conciencias.

Por ello, acudir al Grec para presenciar el debut en Barcelona de este espectáculo entre viejos y nuevos catalanes, entre canción mediterránea y flamenco, tenía el aire de quedarse en lo correcto, en puro bálsamo para conciencias pétreas. Por fortuna, el espectáculo tramado al alimón entre la Bonet y Poveda es algo más que un acercamiento estético, pues en el fondo lo que planeaba sobre el repertorio es que ninguna canción ha nacido de padres puros. Escuchar unos fandangos, palos presentes tanto en el flamenco como en la música popular mallorquina, sabiendo que su origen se sitúa en Latinoamérica, hecho que recordó Bonet, sumía al público en un marasmo de idas y venidas, denominaciones de origen y retazos de múltiples culturas.

Esto fue así porque el concierto tuvo nivel, brilló a gran altura y los dos se mostraron pletóricos. Inició Poveda su media actuación con temas de Desglaç, su disco en catalán, al que siguió Bonet con un repaso a su cancionero, con maletas en Siria, Turquía, Armenia, L'Alguer y Mallorca. La parte final, la más brillante, puso a ambos músicos en escena con sus respectivos acompañamientos para hermanarse en un repertorio donde era imposible trazar fronteras. Los temas compuestos por una e interpretados por el otro trazaron un puente por el que transitaba música popular que tomó forma de múltiples maneras. Lástima que el último tercio del concierto, el que sumó a ambos intérpretes, no tuviera más protagonismo. Aun con todo, marcó uno de los grandes momentos del Grec 2007.

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