Columna

La pirámide de Maslow

La jerarquía de necesidades del psicólogo Abraham Maslow es una teoría sobre la motivación personal que defiende que cuando se satisfacen las necesidades básicas, los humanos desarrollamos otras nuevas y unos deseos más altos. En ella se inspira una conocida empresa de combustible para realizar un spot que se emite en estos días en televisión. En la base de la pirámide se concentran las necesidades fisiológicas básicas y la cúspide se alcanza con lo que denomina autorrealización, a la que se llega una vez que el individuo ha superado el tramo de la seguridad, la aceptación social y la a...

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La jerarquía de necesidades del psicólogo Abraham Maslow es una teoría sobre la motivación personal que defiende que cuando se satisfacen las necesidades básicas, los humanos desarrollamos otras nuevas y unos deseos más altos. En ella se inspira una conocida empresa de combustible para realizar un spot que se emite en estos días en televisión. En la base de la pirámide se concentran las necesidades fisiológicas básicas y la cúspide se alcanza con lo que denomina autorrealización, a la que se llega una vez que el individuo ha superado el tramo de la seguridad, la aceptación social y la autoestima

La pirámide está basada en una jerarquía de valores, en la que se va subiendo de peldaño según las necesidades. Esta escalera de superación personal y del incremento de la autoestima es más fácil de encontrar en la política que en este anuncio de un combustible. Hay ejemplos por doquier, uno en Ronda. Se trata de un edil del PP que se llama José Herrera y que va a dirigir hasta 12 áreas municipales. Será el responsable de Economía, Hacienda, Contratación, Régimen Interior, Obras, Urbanismo, Vivienda, Servicios Operativos, Protección Civil, Bomberos, Policía local y Seguridad Ciudadana.

Todo ello lo ha conseguido en una lista que obtuvo 3.197 votos y cuatro concejales. Con estas alforjas, el PP le ha sacado al PA 21 áreas de gobierno a cambio de la investidura del alcalde, lo que sale a una media de 158 votos por delegación. Ni que decir tiene que Herrera, que ni tan siquiera encabezó la candidatura, ha alcanzado la cúspide de la pirámide de Maslow, demostrando el interés del ser humano de alcanzar el nivel más alto de satisfacción personal.

Para alcanzar este estadio, Herrera tuvo que sortear un problema de seguridad y la aceptación de su grupo. El presidente del PP-A, Javier Arenas, anunció un expediente contra él para expulsarlo de esta formación política en 2004. Herrera pactó con el GIL, el único municipio donde el partido de Jesús Gil mantenía sus siglas, una moción de censura junto con los andalucistas, para quitar la alcaldía al PSOE. Por ello fue expedientado. Sin embargo, el mismo día que se anunció su apertura, se adelantó el cierre. No serán expulsados, avanzó la dirección del PP.

Alcanzar la cúspide de la pirámide de Maslow es el objetivo del alcalde socialista de Jabugo en Huelva, que también lo fue en la pasada legislatura pero por las listas del PA. Una de las primeras iniciativas de su nuevo mandato ha sido fichar para su equipo de gobierno al portavoz del PP. El alcalde de Jabugo alcanza con este fichaje la mayoría que precisa para gobernar tranquilo y, con ella, un nivel más alto de satisfacción personal, que es la cumbre de la pirámide. También se han autoactualizados los alcaldes malagueños de Mijas, (Agustín Moreno, del PSOE) y Alhaurín el Grande, (el imputado Juan Martín Serón, del PP). Una vez revalidado el sillón municipal, el siguiente paso ha sido subirse la autoestima en euros. Aumentando el sueldo de los integrantes del equipo de gobierno y bajándoselo a la oposición. En el caso de Moreno, se convierte en el alcalde mejor pagado de España.

Todos ellos representan la cruz de la pirámide. La cara positiva de la autosuperación también existe y no me cabe duda de que el mejor ejemplo es el juez Torres, el instructor del caso Malaya. Saber que él mismo ha entregado la información necesaria para suspender de sus funciones al juez De Urquía, un compañero de desayunos y de despacho con quién había compartido piso durante un tiempo, y con el que además mantenía una estupenda relación, despeja cualquier duda sobre el nivel de superación que ha alcanzado en el ejercicio de su cargo. No sabemos que pasará al final, pero con su ascensión a la cúspide todos subimos un peldaño en nuestra propia autoestima como ciudadanos de un Estado de Derecho.

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