Trapos en Babel

Pasear por B&B es enfrentarse a un fresco que haría las delicias de semióticos y postestructuralistas. Pero pasando de zarandajas teóricas asistimos a una explosión del gusto, a una atomización de la tendencia, mal que le pese a quienes aún ejercen de gurús del estilo. La gran paradoja es que esta feria de las vanidades también lo es del teatro global de la moda. Las firmas compiten en imaginación, pero alarmantemente los productos suelen corresponder de manera pura y dura a los estándares. Aunque no nos llamemos a engaños: no es un "todo vale". Al contrario, hay una potente y hasta cruel fuer...

Pasear por B&B es enfrentarse a un fresco que haría las delicias de semióticos y postestructuralistas. Pero pasando de zarandajas teóricas asistimos a una explosión del gusto, a una atomización de la tendencia, mal que le pese a quienes aún ejercen de gurús del estilo. La gran paradoja es que esta feria de las vanidades también lo es del teatro global de la moda. Las firmas compiten en imaginación, pero alarmantemente los productos suelen corresponder de manera pura y dura a los estándares. Aunque no nos llamemos a engaños: no es un "todo vale". Al contrario, hay una potente y hasta cruel fuerza selectiva en jóvenes y adultos que, bombardeados por la sinfonia mediática, confían en los descabellados valores de la apariencia, en ese tan reverenciado término look.

Conviven el bien y el mal, el falso recato y el falso descaro y, como culmen de la torre de Babel, lo falsamente pobre y lo engañosamente rico. Un vez que somos conscientes de que hoy asistimos a la muerte de la logomania, lo pseudomilitar constituye un canto crítico a lo bélico y que es el resultado de lo que han pescados los cool hunter de los antiglo.Hay dos escenas en B&B: la feria como foco global y los saraos nocturnos donde los hábitos del vestir dan un salto cualitativo desde el casual al lujo carnal.