La contrata de la basura aviva la tensión en el gobierno de Xàbia

Recién constituida la nueva Corporación, el contrato de la basura de Xàbia vuelve a enfrentar a los dos socios del equipo de gobierno, el Bloc-Centristas y el PSPV. El alcalde, Eduardo Monfort, de la primera formación, insiste en su apuesta por la oferta de Cespa, supuestamente implicada en el intento de soborno denunciado por los socialistas. El escándalo obligó a paralizar la concesión en el tramo final del pasado mandado.

La anterior Corporación de Xàbia dejó pendiente, en la pasada legislatura, la resolución del polémico contrato de la recogida de basura en el municipio, valorado en...

Recién constituida la nueva Corporación, el contrato de la basura de Xàbia vuelve a enfrentar a los dos socios del equipo de gobierno, el Bloc-Centristas y el PSPV. El alcalde, Eduardo Monfort, de la primera formación, insiste en su apuesta por la oferta de Cespa, supuestamente implicada en el intento de soborno denunciado por los socialistas. El escándalo obligó a paralizar la concesión en el tramo final del pasado mandado.

La anterior Corporación de Xàbia dejó pendiente, en la pasada legislatura, la resolución del polémico contrato de la recogida de basura en el municipio, valorado en 40 millones de euros. El motivo fue un supuesto intento de soborno denunciado por el PSPV por parte de la mercantil FCC, actual concesionaria y aspirante a renovar la concesión. Los socialistas también llevaron al juzgado una reunión con representantes de la otra aspirante, la mercantil Cespa, en la que supuestamente les ofrecieron colaboración para la campaña electoral. Las dos denuncias las investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Dénia.

En el tramo final del anterior mandato, el alcalde, Eduardo Monfort, del Bloc-Centristes, hizo valer su voto de calidad para que finalmente la mesa de contratación municipal optara por la oferta de Cespa, del Grupo Ferrovial, como única y mejor alternativa. Sin embargo, el regidor, tras varios anuncios frustrados, aparcó el proceso y lo dejó en manos del nuevo Ayuntamiento. El equipo de gobierno salido de las urnas el pasado 27 de mayo tiene los mismos protagonistas: el Bloc-Centristes, como formación mayoritaria, y los socialistas.

El reelegido alcalde, Eduardo Monfort, ha vuelto a insistir en su apuesta por la oferta de Cespa. Y todo ello, pese a que hace unos meses, el regidor cuestionara la adjudicación a Cespa y alegara "seguir con los trámites que marca la ley", en cuanto al proceso de adjudicación. El trámite administrativo para la adjudicación del contrato se frenó en víspera de elecciones antes de llegar a la Comisión de Hacienda, donde, una vez aprobada la propuesta, será llevada a pleno. Los socialistas ya han anunciado que votarán en contra. La contrata es una concesión de 10 años por un importe económico de 10 millones de euros.

Tras las tensas negociaciones del pacto de gobierno, el alcalde sigue con la idea de apoyar a Cespa, y seguir adelante con el procedimiento administrativo, como ya ha reconocido en otras ocasiones, aunque tampoco descarta que transcurrido el periodo de 10 años de la concesión se pueda municipalizar el servicio a través de la empresa pública que gestiona el servicio del agua. Esta posibilidad no convence a los militantes del PSPV.

Sin embargo, ambos partidos han cerrado el acuerdo del nuevo gobierno, pese a que los socialistas han manifestado que denunciaron a Cespa por intento de soborno y no votarán a favor de ella en el pleno. Y alegan ser partidarios de la municipalización del servicio.

El PP y Ciudadanos por Xàbia se desvincularon de la contrata y apostaron por la municipalización del servicio, al verse implicados en unas supuestas afirmaciones que realizaron dos directivos de FCC, actual concesionaria del servicio, y la otra empresa que concursaba por la adjudicación, alegando que supuestamente "ya se les había pagado por su voto a favor".