Marsans pretende hacerse con Spanair este verano al precio que pagó SAS
Rápido y con un precio próximo al que pagó SAS hace tres años. El presidente de Spanair y del grupo Marsans, Gonzalo Pascual, compareció ayer en rueda de prensa con Gunnar Reitan, vicepresidente ejecutivo de SAS (propietaria del 100% de la aerolínea) para dar algún detalle de su intención de comprar la aerolínea al grupo escandinavo. Pero las pistas las dio después en los corrillos: pretende hacerse con la compañía que preside en un plazo de entre dos y cuatro meses, por un precio parecido al que pagó SAS cuando hace tres años compró un 21% a Pascual y al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz. E...
Rápido y con un precio próximo al que pagó SAS hace tres años. El presidente de Spanair y del grupo Marsans, Gonzalo Pascual, compareció ayer en rueda de prensa con Gunnar Reitan, vicepresidente ejecutivo de SAS (propietaria del 100% de la aerolínea) para dar algún detalle de su intención de comprar la aerolínea al grupo escandinavo. Pero las pistas las dio después en los corrillos: pretende hacerse con la compañía que preside en un plazo de entre dos y cuatro meses, por un precio parecido al que pagó SAS cuando hace tres años compró un 21% a Pascual y al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz. En aquel momento el grupo nórdico pagó 73,5 millones de euros, lo que suponía valorar la empresa en unos 350 millones.
En todo caso Reitan explicó que no hay ningún acuerdo de exclusividad con Marsans y que no descartan sacar a Bolsa las acciones de Spanair ni que surjan otros interesados.
Pascual reiteró que su interés en controlar la aerolínea y descartó ir acompañado de un fondo de capital riesgo porque "no tienen sentido una inversión especulativa" sino buscar la estabilidad de la compañía a largo plazo.
El presidente de Spanair desveló que hace dos meses Marsans quiso "hacer una posición en SAS" pero la intención de la escandinava de concentrarse en el norte de Europa frustró ese intento. Explicó que vendió el 5,1% que mantenía en Spanair a SAS para "tener una estructura más clara". "No quiero estar medio embarazado", bromeó.
Sobre el futuro de los 3.500 empleados, Pascual quiso tranquilizarlos: "No hay ningún plan de recorte, más bien al contrario". Y confió en que los paros convocados por los tripulantes de cabina se queden en un "mero susto".