Los científicos constatan un aumento de peces tropicales en Galicia

Los biólogos sostienen que la 'invasión' no es aún una amenaza

Los jureles y sardinas gallegos pueden estar tranquilos. Según los científicos, el hallazgo en la ría de Muros de un voraz pez tropical llamado anjova no significa que las pesquerías autóctonas corran peligro. Las especies foráneas que arriban a la costa de Galicia han ido en aumento en la última década posiblemente por el cambio climático, pero su presencia no es aún tan masiva como para convertirse en una amenaza.

La aparición de la anjova de Portosín es para los científicos "un indicio de que algo está cambiando" en el clima, pero la voracidad que caracteriza a esta especie no signif...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los jureles y sardinas gallegos pueden estar tranquilos. Según los científicos, el hallazgo en la ría de Muros de un voraz pez tropical llamado anjova no significa que las pesquerías autóctonas corran peligro. Las especies foráneas que arriban a la costa de Galicia han ido en aumento en la última década posiblemente por el cambio climático, pero su presencia no es aún tan masiva como para convertirse en una amenaza.

La aparición de la anjova de Portosín es para los científicos "un indicio de que algo está cambiando" en el clima, pero la voracidad que caracteriza a esta especie no significa que los jureles y sardinas de Galicia deban sentirse amenazados. Biólogos del CSIC y de la Consellería de Medio Ambiente coinciden en que el hallazgo el pasado domingo de un ejemplar de anjova en el Náutico de Portosín no implica que este depredador oriundo de aguas cálidas se haya asentado en la costa gallega. Para ello, explican, debería demostrarse que estos pelágicos están presentes aquí en un número importante, que han empezado a reproducirse y que, por tanto, pueden alterar y dañar el ecosistema.

La anjova de Portosín no es el primer pez tropical que visita la costa de Galicia ni será el último. Los científicos aseguran que en los últimos diez años ha aumentado la presencia de estas especies de aguas templadas en el frío Atlántico gallego, entre ellas el pez piloto, la chopa blanca, el pez corneta colorada o el pez hacha. Personas que practican la pesca submarina aseguran que ya se han topado antes con más anjovas en el fondo del mar.

Cambio climático

Ángel González, biólogo del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC en Vigo, apunta al cambio climático como hipótesis más probable para explicar este fenómeno. El ejemplar hallado en Portosín, y que está siendo analizado por técnicos de la Consellería de Pesca, pudo llegar del sur de Lisboa, el punto más cercano en el que abunda esta especie, arrastrado por una corriente de aguas cálidas. "Son indicios de que algo está cambiando, pero no se puede asegurar que sea por el cambio climático hasta que no se estudie su evolución en el tiempo".

El jefe del Servicio de Conservación da Biodiversidade en la Consellería de Medio Ambiente, Jesús Santamarina, cree que "no hay que alarmarse". A su juicio, la aparición de una anjova en Portosín es "puntual" y "esporádica" y no obliga a tomar medidas para proteger el ecosistema autóctono.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Técnicos de la Unidade de Pesca de Baixura de la Consellería de Pesca están analizando el ejemplar hallado en la ría de Muros por dos personas que paseaban por los pantalanes del Náutico. El pez, propio de aguas subtropicales y templadas como las del Mar Negro, el Mediterráneo, la costa africana o el Atlántico americano, pesa cuatro kilos y mide 75 centímetros de largo. Tras estudiarla, la Xunta donará la pieza al Museo de Historia Natural Luis Iglesias de Santiago.

Sobre la firma

Archivado En