Sale de prisión el español acusado en Letonia de ultraje a la bandera
Los nervios y la emoción casi acaban ayer con Charo Beltrán, la madre de Miguel Ángel López, el joven español encarcelado desde el 16 de mayo en Riga (Letonia) acusado de "robo y ultraje a la bandera nacional". Por la mañana visitó en la cárcel a su hijo, con el que apenas había hablado unos minutos en los últimos 15 días. Unas horas después, en torno a las seis de la tarde, pudo volver a abrazarlo, esta vez en la Embajada española. Miguel Ángel fue puesto en libertad bajo fianza, aunque no podrá abandonar el país hasta que no se celebre el juicio por delito de robo.
López fue encarcela...
Los nervios y la emoción casi acaban ayer con Charo Beltrán, la madre de Miguel Ángel López, el joven español encarcelado desde el 16 de mayo en Riga (Letonia) acusado de "robo y ultraje a la bandera nacional". Por la mañana visitó en la cárcel a su hijo, con el que apenas había hablado unos minutos en los últimos 15 días. Unas horas después, en torno a las seis de la tarde, pudo volver a abrazarlo, esta vez en la Embajada española. Miguel Ángel fue puesto en libertad bajo fianza, aunque no podrá abandonar el país hasta que no se celebre el juicio por delito de robo.
López fue encarcelado, junto a seis jóvenes más, cinco portugueses y uno canario, por haber robado unos banderines de una calle de Riga. La Fiscalía les acusaba, además del hurto, de tirar al suelo y romper las banderas. Un delito, el de ultraje, que está penado en el país báltico con hasta seis años de cárcel. Después de las gestiones diplomáticas "al más alto nivel", le han retirado los cargos por el presunto delito de profanación, según confirmó el número dos de la Embajada española en Letonia, Bernardo López. Miguel Ángel será juzgado sólo por un delito de robo, por lo que la pena no pasará de una multa económica, según el cónsul. La fecha del juicio aún está por determinar.
"Le he visto un poco más delgado y ojeroso, pero muy contento por su liberación y la de sus dos amigos" portugueses que seguían con él en la cárcel, explicaba la madre, que permanecerá en Letonia con su hijo hasta que pueda abandonar el país. Ayer a media tarde no acertaba a decir mucho más por teléfono. "Estoy muy emocionada, no hago más que abrazarle y besarle", comentaba.
Las gestiones para la puesta en libertad de López y de sus dos amigos portugueses se habían agilizado desde el pasado viernes, gracias a la presión diplomática, tanto en Riga como en una reunión con el embajador de Letonia en España, según fuentes consulares. La posición de las autoridades letonas siempre había sido la misma: respetar la decisión de los jueces, aunque la sanción era "desmesurada".